La violencia contra las mujeres periodistas refleja la crisis periodística y la falta de mecanismos de protección por parte del Gobierno, 769 agresiones y 19 asesinatos son el resultado de la falta de atención a las mujeres en el gremio.
La violencia de género contra mujeres periodistas es un atentado a todas las libertades, libertad de opinión, expresión, pensamiento, derecho a la información, al trabajo digno, al salario digno, a lo no discriminación laboral, partiendo de que los medios de comunicación es el lugar donde más se reproducen todo tipo de violencias, es imperante analizar, visibilizar y denunciar estas prácticas nocivas en contra de las mujeres que ejercen la profesión del periodismo.
Periodismo y violencia de género, se interrelacionan para analizar las condiciones estructurales de la violencia contra las mujeres periodistas, en el que se refleja la crisis periodística y gubernamental, la desigualdad en el ámbito laboral y salarial, las prácticas de sexismo, machismo, discriminación, estereotipos y roles que presentan las mujeres en la comunicación, detonando que por todas estas condiciones se encuentran en una doble situación de riesgo por ser mujeres y ser periodistas.
La falta de reconocimiento al gremio de mujeres que trabajan en medios informativos de este gobierno, es uno de los constantes para que día con día se incrementen hacia ellas los índices de persecución, agresión, violencia de género en todas sus modalidades y feminicidios. Otorgarles seguridad, acceso a la justicia y garantías judiciales es responsabilidad del estado, sin embargo, la mayor violencia ejercida a las mujeres periodistas se realiza por parte de las autoridades para silenciar su labor.
Las mujeres que trabajan en medios de la comunicación se desempeñan en diversas actividades como reporteras, comunicólogas, editoras, columnistas, fotoperiodistas, corresponsales, community manager y periodistas, y por el ejercicio de sus funciones son violentadas en diversos tipos y modalidades desde la violencia moral, violencia física, violencia económica, violencia psicológica, violencia digital y en línea, violencia sexual, violencia patrimonial y violencia feminicida.
México es considerado unos de los cinco países que más violenta a las mujeres periodistas, en New York Times ha documentado casos como las agresiones y atentados feminicidas de Carmen Aristegui, Sanjuana Martínez, Anabel Hernández, Marcela Turati, Lydia Cacho, Lilly Téllez, entre muchas otras. Datos oficiales señalan que más de 769 mujeres periodistas han sido violentadas en este gobierno federal, y cada 14 horas es agredida una mujer periodista por realizar su labor informativa.
La violación a los derechos humanos en contra de los periodistas en México por parte de las autoridades es una constante, las mujeres periodistas se encuentran en una doble vulnerabilidad, las agresiones y los asesinatos han ido en aumento en esta administración federal. El asesinato de la periodista Lourdes Maldonado refleja esta realidad y el caso omiso del gobierno federal por atender este gran problema. Hoy ya son 19 mujeres periodistas asesinadas en lo que va de este gobierno, los estados que más violentan son Estado de México, Veracruz, Puebla, Quintana Roo y Baja California.
El presidente AMLO, intensifica la violencia hacia las mujeres periodistas, la actitud estigmatizante y agresiva con la que ha envestido en las mañaneras a periodistas como Carmen Aristegui, Denise Dresser y Carlos Loret de Mola, desestima su falta de compromiso institucional hacia el gremio periodístico y evidencia su irresponsabilidad política de violar las garantías constitucionales y principios de libertad de expresión y opinión de los ciudadanos, con la premisa de que “mientras enfrenta en sus mañaneras a periodistas, mujeres y hombres periodistas siguen siendo asesinados y agredidos en el país”.
Los asesinatos y agresiones hacia mujeres periodistas no deben de pasar desapercibidos en la Agenda de género, por lo que tenemos pendiente la gran tarea de eliminar la violencia contra las mujeres en el periodismo. Las mujeres periodistas y comunicadoras son coaptadas en su derecho de libertad de opinión y expresión, mediante las amenazas, la violencia de género y el feminicidio.
A escala internacional la UNESCO presento The Chilling: Tendencias mundiales de la violencia en línea contra mujeres periodistas celebrado en el marco de la Conferencia mundial de la libertad de prensa 2021, en el que se revelaron datos sin precedentes sobre ataques contra mujeres periodistas, principalmente ejercidos en violencia en línea y en plataformas digitales. En este informe se identificaron que el 73% de las agresiones contra periodistas es hacia las mujeres, en el que México es considerado como el primer país de violencia hacia las mujeres por ejercer el periodismo.
La solución es generar conciencia en el mundo de la comunicación, se requiere un plan de acción institucional para lograr la igualdad de género en los medios de comunicación y adoptar medidas sensibles al género en torno a las mujeres que se dedican a la profesión de la comunicación. Los gobiernos tienen que adoptar un discurso público de defensa a las mujeres periodistas, y a instruir a las fuerzas de seguridad y autoridades judiciales a respetar su trabajo y brindarles protección, así como garantizar el derecho a la libre expresión, opinión e información.
Los estados tienen la obligación de investigar, juzgar y sancionar los delitos cometidos contra las mujeres periodistas que son violentadas en el ejercicio de sus funciones y crear mecanismos de protección, programas y acciones para salvaguardar su integridad física, reservar sus datos personales y ofrecer seguridad. AMLO tiene el deber de proteger a las mujeres periodistas, y dejar a un lado la guerra abierta contra el periodismo en México.