No, por más que abre nuevos frentes o extrapola y eleva su embate contra Carlos Loret y otros periodistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador no logra bajar o desviar la atención del escándalo de conflictos de interés, y de beneficios y financiamientos posiblemente corruptos de su hijo José Ramón.
Y en su afán por degradar todos los días a quien estalló el escándalo de la “Casa Gris” en Houston, e incluir en sus embates al periodismo en general, López Obrador ha mostrado no sólo una ausencia absoluta de empatía con un medio que ha visto caer 5 periodistas asesinados tan solo en mes y medio de este año y a mitad de su Gobierno.
No pocos dentro y fuera de los medios informativos advierten que estos embates de AMLO generan un creciente ambiente de violencia e impunidad en contra de los periodistas todos, y contra la libertad de expresión.
De ahí que esta semana se hayan generado protestas de periodistas no sólo en el Senado y la Cámara de Diputados contra legisladores del oficialismo que sin ninguna sensibilidad convocaron a conferencias de prensa para mostrar solidaridad hacia el Presidente. Es decir, diputados y senadores de Morena pretendieron que periodistas difundieran apoyos hacia los ataques del mandatario ¡en contra de periodistas!.
Por ello reporteros se han negado a hacerle preguntas a AMLO en sus mañaneras y han realizado protestas en sus giras por el país.
Todo ello porque al pretender degradar a Loret, López Obrador ha arremetido de paso contra prácticamente todos quienes ejercen el periodismo en México.
Así, en lo que se considera ya el peor descalabro político de toda su larga vida pública, el presidente López Obrador nunca quizá supuso que ese golpe vendría de uno de su propia familia, de su primogénito José Ramón López Beltrán.
El tema es que al exhibirse los excesos en que vive su hijo en Houston, EU -con viajes en jets privados a las principales capitales del mundo, y vivir en una fastuosa residencia de uno de los fraccionamientos más exclusivos de una de las mejores ciudades de Estados Unidos, no en una de Cuba, Bolivia, Nicaragua o Venezuela-, no en un país con régimen aliado, los postulados de plena austeridad republicana, juarista, antineoliberal de AMLO quedaron pulverizados.
Y si se llega a probar, como es muy probable que ocurra, que la SEC del Departamento de Justicia de EU comprueba que ese comportamiento de Jeque Árabe de José Ramón se soporta no sólo en el conflicto de interés sino además en un flujo corrupto de casi 350 millones de dólares de Pemex a la empresa Baker Hughes, vía el uso de información privilegiada, influyente, el asunto será no sólo el Waterloo histórico de AMLO y su 4T, sino hasta motivo de acciones penales en contra del primogénito y principales funcionarios de la paraestatal.
Hoy cada vez más todo eso de primero los pobres, del ir contra la corrupción y de acabar con los males del neoliberalismo y la vinculación de poder político del poder económico, ha quedado en palabras huecas, puro rollo retórico, engaño populista.
- CARDENAS: SOPRENDE EL NIVEL DE CONFRONTACIÓN
Siempre prudente, el sí austero en todo, especialmente en sus pronunciamientos, Cuauhtémoc Cárdenas se dijo sorprendido, como muchos, por el nivel de confrontación alcanzado entre Andrés Manuel López Obrador y la Prensa.
“Hay muchas cuestiones que se podrían resolver abriendo la posibilidad de un diálogo… pero ha faltado esa voluntad”, indicó para dejar claro que el principal responsable de esa confrontación es el Presidente.
MONREAL PIDE SERENIDAD, CONCILIACIÓN Y UNIDAD
Lúcido, político de tiempo completo, Ricardo Monreal, llamó ayer a lo mismo que Cárdenas: al diálogo, la serenidad, la conciliación y la unidad como vía para superar cualquier desencuentro.
Y como el mayor y más emblemático líder de la izquierda, como el michoacano, pidió evitar una división mayor como el primer objetivo para lograr que México pueda transitar a mejores niveles de desarrollo político y social.
El llamado lo hizo el zacatecano al inaugurar la Quinta Edición del Taller para las Juventudes “10 por México”, y ante la participación de 150 jóvenes, hombres y mujeres, que se capacitarán en política legislativa y parlamentaria.
A ellos dijo, obviamente para que lo escucharan todos en el país:
“México vive momentos cruciales, un proceso de transición política inacabada que obviamente tiene obstáculos, intereses que se oponen, incluso frustraciones”, indicó.
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