Después de más de 60 años se escucha cada vez más fuerte la expresión “libertad” en un pueblo que ha sido consistentemente engañado con la promesa de bienestar y seguridad bajo un régimen comunista totalitario.
Demandaron mejores condiciones y dignidad de vida suponiendo que el imperio estadounidense había convertido a Cuba en un centro de prostitución y degradación. En nombre de una revolución se enroló a la sociedad en una dinámica de odio al vecino norteño.
Fue Fernando Gutiérrez Barrios quien acompañó a Fidel Castro hasta las costas veracruzanas para treparse al buque Granma y asociarse con el Che Guevara para luego traicionarlo y convertirse, a conveniencia, en un dictador al servicio de la Unión Soviética. Motivó tal provocación que todo estaba destinado a operar en la isla misiles nucleares rusos.
Carne por azúcar era parte del acuerdo pero en la geopolítica pretendían asfixiar a Estados Unidos con un medio círculo comunista formado por Cuba, Nicaragua y China y así aislar al bloque norteamericano, incluyendo a México.
Es bien sabido que Fidel gozó de enormes privilegios y riquezas que a su propio pueblo negó. Cuba mantuvo la prostitución, la corrupción, fortaleció la represión y con Roberto Robaina como secretario de Relaciones Exteriores (que presionó y violento a Carlos Ahumada), se multiplicó el comercio de drogas con el patrocinio de Chávez y Maduro desde Venezuela. La idea era continuar desestabilizando sistemas democráticos infiltrando en las naciones, México considerado, células adiestradas a la propaganda, adoctrinamiento militar y académico. Las visitas de Castro a nuestro país fueron muy impactantes: cuando Reagan solicitó a López Portillo no invitar a Castro a la reunión de mandatarios “norte/sur” en Cancun, a la toma de protesta del Carlos Salinas, a la Primera Reunión Iberoamericana en Guadalajara, Jalisco y entre otras, a aquel evento en el norte del país donde el presidente Fox lo conminó a “comes y te vas” provocando la ira del cubano y tomando acciones como la filtración de llamadas de Estado con el gobierno mexicano.
Fidel invirtió en la medicina de alta espezaliciación porque pretendía lograr avances científicos que le permitieran, dijo, vivir 140 años. Poco se menciona la intervención militar invasora de los cubanos a Angola, conocida como la operación Carlota (noviembre del 1975 /1991), por cierto llamada asi en memoria a una esclava negra que fomentó la sublevación en dos ocasiones de esclavos negros en la isla. Cuba reportó 2100 muertos de sus soldados. Los Castro, Fidel y Raúl, detuvieron el tiempo en Cuba.
Sobreviven con infraestructura de los cincuentas, con una brutal esclavitud laboral,
mendicidad, prostitucion, persecución política, anulación de las garantías individuales y derechos humanos y censura informativa. Convirtieron a sus connacionales en traidores entre ellos mismos formando comités vecinales de vigilancia que a razón de limosnas extras acusaban a sus coterráneos de burlar las normas y reglas impuestas por la dirigencia comunista. A los Castro les convino mantener por décadas el comunismo sin entender que éste fue tan nefasto y obsoleto que acabó con el régimen soviético y derrumbó el muro de Berlín. El mundo entero se mueve con otros mecanismos globales, florecen los acuerdos comerciales, la información es el arma social más evidente, las democracias se imponen, la tecnología lleva al hombre a Marte o brinda canales de comunicación como nunca antes de manera virtual o televisiva.
Pero en Cuba los retrógrados, ya ni siquiera los románticos revolucionarios, exigen someter a los cubanos a las limitaciones, al control, a la represión y cárcel, al aislamiento y al odio a quienes se interponen a los intereses de su cúpula de abusivos líderes. Hoy, ese pueblo pide dignidad, libertad, alimentos, tránsito. Se escucha una demanda “tenemos tanta hambre que hasta el miedo nos lo comimos”.
Ahora, después de 60 años, los cubanos conocen otro camino: el que merecen los seres humanos que es la libertad de hacer y pensar, de caminar y elegir sus formas de desarrollo. Quien se oponga a ello estará destinado a fallecer sin siquiera conocer la vergüenza y el arrepentimiento. Burlarse de la gente por ser pobre tiene sus consecuencias. Tiempo al tiempo.
Conductor del programa Va En Serio mexiquensetv canal 34.2