En la discusión por haberse insertado al gobernador Adán Augusto López Hernández en el inventario de aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, se están pasando por alto las razones por las que su “destape” debería tomarse con seriedad.
Para interpretar su inclusión se debe considerar primero quiénes son los precandidatos identificados como punteros para el hándicap 2024: Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la Ciudad de México, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; los demás mencionados por el propio mandatario Andrés Manuel López Obrador son de utilería.
¿Qué tienen en común Claudia y Marcelo? Ambos han sido cercanos a López Obrador desde que este empezó su carrera política en la metrópoli. Además, son, por así decirlo, “los más leales” al proyecto lopezobradorista.
El Ejecutivo de Tabasco encaja en esas definiciones: la Sheinbaum es como parte de la familia del presidente; Ebrard se hizo a un lado en 2012 que llegó a la final con AMLO en la contienda por la candidatura presidencial de la izquierda.
¿Similitudes? En 2012 Adán Augusto era un fuerte aspirante a la candidatura del PRD al gobierno de Tabasco, pero quien ya saben quien se decidió por Arturo Núñez Jiménez, que a la postre terminó convertido en un político tristemente célebre, traicionando al oriundo de Macuspana a mitad del sexenio del priísta Enrique Peña Nieto.
En aquella jornada a López Hernández le ofrecieron, a cambio de declinar por el esposo de Martha Lilia López Aguilera, una senaduría plurinominal del MC, mas no aceptó y pidió competir en una encuesta interna con Oscar Cantón Zetina para participar en elecciones abiertas.
Siendo senador, en 2014 López Hernández dejó las filas del PRD para seguir a AMLO en la constitución de su partido, Morena.
Por esas fechas ningún perredista que se respetara se atrevió a dar el paso que dio Adán, paso que parecía incierto porque el de Tepetitán ya no mostraba la fuerza que había desplegado años atrás.
Más aún: todo parecía indicar que, tras perder las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, el tabasqueño ya no tenía futuro político.
Ya con el registro de Morena ante el INE, en 2015 Adán Augusto volvió a hacer de lado una aspiración para dejarle expedito el camino a Octavio Romero Oropeza, quien fue el primer candidato morenista a la presidencia municipal de Centro.
La victoria del vinotinto en Tabasco el pasado 6 de junio aumentó las probabilidades de López Hernández de ser una de las cartas del presidente: a diferencia de la Sheinbaum, que perdió la mitad de la Ciudad de México, estuvo a tres alcaldías de lograr el carro completo.
¿Por qué es importante para AMLO que Adán Augusto complemente su juego de naipes? Sobre Claudia y Marcelo pesa la amenaza de ser responsabilizados ante el peritaje por el desplome de dos trenes de la Línea 12 del Metro.
Y si esa crisis, una de las causas principales de la debacle del partido en el gobierno en el altiplano, termina por hundir a la mandataria capitalina y al canciller, el presidente se quedaría sin mariscales.
Así, el gobernador de Tabasco corona la terna de representantes del lopezobradorismo en la siguiente sucesión presidencial.
De lo que no hay duda es que el Ejecutivo local estará en la próxima campaña presidencial.
PARA SU INFORMACIÓN…
NO ES QUE César Burelo no sea un cuadro distinguido de la izquierda, pero mencionarlo entre los aspirantes a relevar al gobernador López Hernández no es análisis político.
@RodulfoReyes
