Mediante un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que la Doctora Beatriz Gutiérrez Müller realiza gira de trabajo por Sudamérica y “en visita de trabajo, la esposa del presidente también representará al presidente de México en la transmisión del mando presidencial en Chile.”
¿¡Cómo!? ¿¡Por qué!? ¿¡En calidad de qué!?
Pues el comunicado lo dice claramente: “La esposa del presidente.”
Y en el último párrafo, precisa: “El 11 de marzo, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, en representación del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, asistirá a la transmisión del mando presidencial en Chile, donde Gabriel Boric Font asumirá la presidencia de ese país.”
Además, el comunicado todavía subraya: “Con su participación, México reafirma su compromiso y voluntad para continuar fortaleciendo las relaciones de hermandad entre ambos países.”
Pregunta: En las elecciones presidenciales de 2018, ¿la ciudadanía electora mexicana a quién le otorgó el mandato en las urnas electorales? ¿A Andrés Manuel López Obrador o a Beatriz Gutiérrez Müller?
A AMLO. Y solamente a AMLO, porque la Presidencia de la República es un cargo de elección popular unipersonal; se elige titular del Poder Ejecutivo, no una fórmula de Presidencia y Vicepresidencia. Tampoco se elige a una pareja real.
El artículo 80 de la Constitución Política General es muy preciso: “Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará ‘Presidente de los Estados Unidos Mexicanos’”.
Y entre las facultades del Presidente (enunciadas en el artículo 89 de la Carta Magna), se encuentra la de “dirigir la política exterior”.
Otra pregunta: ¿Y ese cachito de facultad (que más bien es el todo en política exterior) lo faculta a darle la encomienda a su esposa de representarlo en la transmisión del mando presidencial en Chile?
Ojo, no se trata de representar al marido en un evento social; se trata de representar a México, y la representación de nuestro país como Estado Nacional la tiene el Presidente de la República; en este momento, Andrés Manuel López Obrador.
En todo caso, si AMLO no puede o no quiere asistir, le correspondería ir al canciller Marcelo Ebrard Causabón. Por eso es el Secretario de Relaciones Exteriores.
Imagínense que estando en Chile, una vez asumido el mandato, Gabriel Boric Font, quiera hablar con quien en ese acto asiste con la representación del Presidente de México de asuntos diplomáticos entre ambos países o del tema de la guerra Rusia-Ucrania.
¿Doña Beatriz puede, debe, hablar de esos temas; incluso hacer compromisos a nombre de México? ¿O asistirá sin decir palabra, más que el saludo y punto?
El único que puede hacerlo es el Presidente de la República, y en algunos asuntos requiere la aprobación del Senado.
Por cierto, senadores y senadoras deberían especificar claramente en ley quiénes podrían representar al Presidente de la República en actividades diplomáticas, sobre todo fuera de nuestro país, porque no está representando a una persona, sino a un Estado Nacional llamado México o, más bien, Estados de los Unidos Mexicanos.
Doña Beatriz Gutiérrez Müller es una mujer muy inteligente, letrada.
Desde el principio del sexenio de su esposo, Andrés Manuel López Obrador, se negó a desempeñarse como Presidenta Honoraria del Sistema DIF-Nacional; por cierto, una posición inventada por los gobiernos priistas. O como dijera AMLO, por “los neoliberales” y “los conservadores”.
¡Qué bien que Beatriz no quiso hacer ese papel! Lo puede hacer cualquier persona. Además, asumirlo habría sido entrar al esquema de corrupción del pasado. Sí, porque en ninguna parte de la Carta Magna dice que la esposa del Presidente de la República tiene la obligación de estar al frente del DIF-Nacional, aunque sea como “honoraria” (¿pero en los hechos recibían alguna compensación económica?)
¿Será algún tipo de nepotismo?
En una definición sencilla, nepotismo significa: “Trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos.”
Doña Beatriz no quiso presidir el DIF-Nacional. Pero en su momento sí aceptó participar en la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México como presidenta del Consejo Asesor Honorario.
Por cierto, según la agenda dada a conocer en el comunicado, Gutiérrez Müller estaría presente en actividades culturales en Buenos Aires, Argentina.
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