A las Fuerzas Armadas hay que reconstruirles su fama y decoro. Es una Institución noble, confiable y de honra. Su disciplina es ejemplo de comportamiento por el bien del país. Nuestra Nación ha sido históricamente defendida con pundonor y gloria salvando la soberania y siendo garante de los símbolos patrios. En los últimos años el Ejército y la Marina se han visto involucrados en tareas impropias que van desde el cuidado callejero hasta la albañilería.
Se les enfrenta a bandas asesinas de rufianes y sicarios sin el apoyo suficiente y con órdenes contradictorias. Cuatro casos evidentes: la orden de replegarse ante el EZLN en 1994; la explosión de un ducto en Hidalgo al principio de este sexenio; la insultante liberación de Ovidio dejando que los criminales desfilarán mostrando su poderío; y sujetarse a rendir honores a un cubano extranjero el día conmemorativo a nuestra Independencia a razón política de defender al régimen vigente en la isla.
También hay dos casos singulares: la aprehensión, liberación, repatriación y exoneración del General Salvador Cienfuegos poniendo en duda la integridad del militar y de la Institución sin recibir un contundente apoyo del presidente como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas; y, segundo, la supuesta vinculación del General Brigadier D.E.M. Eduardo León Trauwitz al robo de hidrocarburos cuando queda la evidencia que fue él, precisamente, quien denunció desde su llegada a la Institución la extracción del producto de Pemex en varias regiones del país. Debido a ello propuso la instrumentación de una Gerencia que por su importancia, incluso fue elevada a rango de Subdirección así como la petición para crear un Ministerio Público Federal Especializado en el robo de hidrocarburos. Esto permitió la elaboración de proyectos de seguridad en el sistema nacional de ductos. ¿Otro apunte más? Manuel Mondragón se reunió a principio del sexenio con el presidente y con su Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, para implementar programas serios y contundentes en el combate al crimen organizado.
El desdén fue tal que no consideraron las estrategias y a Mondragón ni siquiera le otorgaron la cortesía de agradecer su experiencia y aportación.
Insistiré en recordar que uno de los incondicionales mas cercanos a AMLO, fiel a la 4 aT, Epigmenio Ibarra ha calificado a los soldados y marinos mexicanos como “asesinos” abrazo ejecutor de la CIA y el presidente ha guardado penoso silencio antes estas nefastas acusaciones, al igual que Claudia Sheinbaum señalando como activista a los uniformados como “represores”.
Pero si vemos que el propio ejecutivo pretendió un juicio sumario y público bajo “consulta” contra los expresidentes de México, denostando y acusando sin pruebas entendemos que la estructura militar de la nación se está quebrando inmerecidamente.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34,2 (izzi 135)
@cramospadilla