Algunos optimistas pensaban que la pandemia del COVID cambiaría al mundo para bien y solamente agudizó algunas tendencias nocivas que venían de atrás: exacerbó la desigualdad, incrementó groseramente la concentración de la riqueza y la ampliación y severidad de la pobreza. En México se obligó a los oligarcas y sus socios/amos extranjeros a pagar impuestos aunque no perdieron su posición preponderante y parte del dinero se uso para evitar la catástrofe para los pobres.
Mientras que el mundo estaba pagando las consecuencias de la pandemia, reflejadas principalmente en una alteración importante en las cadenas económicas que se manifestaron principalmente en aumentos inflacionarios y de algunas conductas económicas como gente que renuncia a sus empleos, algunos en protesta por los bajos salarios y otros porque se hartaron, otros más porque se acomodaron a los subsidios gubernamentales, éstos últimos no en México.
Sin digerir bien el golpe de repente y sin esperarlo llegó otro golpe de cuya magnitud todavía no podemos darnos cuenta y con el que nada podemos hacer. Rusia decidió invadir a Ucrania y disparar una crisis económica, política y social mayor. No todos los componentes golpearán por igual a todos los países.
La crisis social afectará básicamente a los países vecinos a Ucrania porque absorberán unos cuantos millones de refugiados (van 2.8 millones), pero la crisis político-económica tendrá un impacto inesperado. A México seguramente le aumentará sustancialmente el costo de la importación de alimentos toda vez que es el primer lugar mundial en importación de granos.
La inestabilidad se extenderá por lo menos hasta 2024 o después y forzará que si MORENA esperaba llegar al 2024 con cierta estabilidad, tendrá que confrontar una turbulencia inesperada, una inflación mayor, y la presión de aumento de salarios sustancial para cumplir con el tratado con Estados Unidos y Canadá y para que la inflación no afecte el nivel de vida, de por si bajo. Para agravar las cosas ya se habla de stagflación, o sea estancamiento e inflación que podrá frenar las posibilidades de crecimiento económico que una vez más son deficientes.
Acaso esta nueva situación internacional afectará los criterios para la selección de candidata de MORENA; la derecha como siempre culpará de la nueva situación a López Obrador, ¿tendrá la capacidad u osadía de alargar esa crítica al candidato? ¿Habrá receptividad social para la queja de que la condición económica es culpa de MORENA? O ¿la gente entenderá que los problemas están fuera del control del gobierno? Aunque están subsidiando la gasolina para que no golpee la inflación.
Es adecuado considerar que las becas y entrega de fondos ayudarán a paliar la penuria económica, pero como dice un experto, no son una garantía de votos.