Un Nuevo Escenario Rumbo al 2024

0
745

Mentor Tijerina

 

En un artículo pasado hicimos un primer esbozo de cuatro probables escenarios rumbo a la elección del 2024: 1) Continuidad de la 4T; 2) Ruptura de Morena; 3) Alianza Opositora; 4) Relevo generacional. A estos escenarios habría que agregar uno más a raíz del estado de salud del Presidente y de su declaración sobre la existencia de un testamento político: la posibilidad de que fallezca antes del 2024.

  1. Continuidad de la 4T. Este escenario supone que el Presidente concluya su mandato y tenga éxito en designar a un candidato o candidata al interior de MORENA que continúe con las políticas del actual gobierno, manteniendo la cohesión al interior de MORENA, y sin que las diferentes alternativas opositoras logren construir un relato con posibilidades de triunfo.
  2. Ruptura de MORENA. La propuesta del Senador Ricardo Monreal de que se organicen elecciones primarias al interior de MORENA podría tener dos salidas: la más improbable es que pueda surgir un candidato retador al interior de MORENA, y la segunda, es que se genere una ruptura que afecte la cohesión del movimiento rumbo al 2024, una reedición de la Corriente Crítica del PRI de Cuauhtémoc Cárdenas en 1985-1988.
  3. Alianza Opositora. La conformación de una alianza opositora entre

el PRI, PAN y PRD, con un candidato elegido o designado entre la clase política que gobernó previo al 2018, podría generar un escenario de polarización entre continuar con la 4T o regresar el pasado, justo en los términos en que se ha venido dando bajo el actual gobierno: izquierda versus neoliberalismo, o liberales contra conservadores.

  1. Relevo generacional. La posibilidad que surja un candidato joven de las filas de MC, como podría ser actual Presidente Municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, o el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, da pie a un escenario disruptivo en el que, al igual que sucedió en la elección para Gobernador de Nuevo León en el 2021, se genere una polarización entre lo nuevo contra lo viejo, federalismo contra centralismo, con una narrativa que proponga el diseño de un nuevo régimen político frente a la perpetuación del actual.
  2. Fallecimiento del Presidente antes del 2024. El estado de salud del Presidente abre la posibilidad para un nuevo escenario electoral: la posibilidad de que muera antes de concluir su gobierno.

¿Qué sucedería en términos de la sucesión presidencial tras la muerte del Presidente en funciones?

El artículo 84 de la Constitución establece: “Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente substituto que deberá concluir el período, siguiendo, en lo conducente, el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino”.

El procedimiento para desginar al Presidente susbstituto es que el Congreso se constituya en Congreso Electoral mediante la presencia de las dos terceras partes de sus miembros, procediendo a nombrar al Presidente substituto en escrutinio secreto por mayoría absoluta.

Bajo este escenario el testamento político a que se refirió el Presidente debe contener las instrucciones a la mayoría de MORENA para que proceda a la elección del Presidente substituto. Esto confirma la debilidad institucional de MORENA como partido político y su dependencia organizacional del liderazgo carismático de López Obrador como su fundador y líder máximo. La desginación de su sucesor substituto por la vía testamentaria tendría el efecto de un dedazo post-mortem.

Se entiende que el trestamento político funcione para dar instrucciones a los integrantes del Colegio Electoral del Congreso de la Unión militantes de MORENA, pero ¿podría el Presidente dejar instrucciones testamentarias para la designación del candidato de MORENA para las elecciones del 2024?

Este segundo escenario dependerá de la cohesión institucional de MORENA y de su capacidad para no desarticularse tras la desapación de su líder. Si MORENA se mantiene unido y cohesioando podría, efectivamente, seguir las instrucciones sucesorias del testamento presidencial, por lo que estariamos en presencia de un doble dedazo post-mortem: el del Presidente substituto y el del candidato presidencial para el 2024. Pero si MORENA llegara a desarticularse, dificilmente se podrá ejecutar la volutad testamentaria del Presidente.