Marcela Maldonado Bodart
Todo un debate y diferentes tipos de controversias se han venido generando entre diferentes actores e instituciones políticas, involucradas en el proceso para la revocación de mandato del Presidente de la República en México. Y esto es que, a pesar de estar contemplado este tipo de participación ciudadana, jurídicamente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de manera inédita este ejercicio democrático se realizará por primera ocasión en México, como resultado de la nueva “Ley Federal de Revocación de Mandato”, que entró en vigor el pasado mes de septiembre de 2021.
De ahí que el procedimiento, en sí mismo, ha generado una confusión generalizada, empezando desde el Instituto Nacional Electoral (INE), como la institución encargada y responsable de la organización, campañas de difusión, desarrollo y cómputo de la votación, hasta los principales actores y protagonistas que participarán en este ejercicio, que son las ciudadanas y ciudadanos mexicanos, siendo los responsables de emitir su voto, por primera vez, en este tipo de proceso democrático.
Si bien es verdad, se ha difundido públicamente información sobre el procedimiento a la ciudadanía, la información no es clara y sencilla en la forma en la que se está socializando y compartiendo de manera general. En parte, porque no se entiende claramente cuáles son, o pueden ser, las ventajas de este ejercicio de democracia participativa, pues es un derecho político que nunca se ha ejercido en la historia democrática de México.
Sin embargo, hay que destacar que el proceso tiene implicaciones importantes, debido al contexto y los tiempos políticos, principalmente para la próxima elección presidencial, en este caso para la elección de 2024.
Por un lado, el ejercicio revocatorio se realizará en abril de 2022, y para junio de este mismo año, se llevarán a cabo seis elecciones para gobernador. En esta misma tónica, para el año 2023, se tienen elecciones en el Estado de México, para después cerrar con broche de oro con la elección presidencial de 2024. De esta manera, el ejercicio revocatorio servirá para mantener movilizados a los votantes del Presidente en turno.
Por otro lado, desde la perspectiva del partido político del Presidente, el ejercicio generaría un reposicionamiento, influyendo en las percepciones políticas de la sociedad mexicana en general, que no necesariamente tienen que ser los votantes con mayoría de edad.
Esto es que paralelamente, puede influir en las percepciones políticas del segmento de la población adolescente, así como de futuras generaciones, que podrán tener en su momento, y conforme a la ley su derecho al voto, y por ende un incremento en las preferencias hacia el mismo partido político.
De esta manera, el ejercicio puede asegurar un tipo de votación de “medio camino”, para medir estrategias con miras hacia las próximas elecciones presidenciales, pero también de las de futuras elecciones presidenciales, con apoyo en el voto joven.
En esta primera experiencia, y oportunidad, de que las ciudadanas y ciudadanos mexicanos participen en este ejercicio, sin duda el partido político de MORENA, prácticamente se vería beneficiado, a través de la figura y popularidad de Andrés Manuel López Obrador.
De ahí que es importante plantearse que parte de la estrategia política, deja entrever una clara crisis de liderazgos políticos dentro de los mismos partidos políticos, dado que al menos para las ciudadanas y ciudadanos de a pie, no se identifican otras figuras políticas clave que puedan representar una verdadera competencia electoral, más allá de las figuras de algunos líderes políticos “morenistas” con intenciones de competir en la contienda presidencial.
¿Crisis de liderazgos dentro de los partidos políticos en México para las próximas elecciones presidenciales de 2024 en México?, ¿Crisis estructural de los partidos políticos en México? ¿Crisis de otros “AMLO’s” dentro de MORENA?
Sin duda, la nueva “Ley Federal de Revocación de Mandato” representa una oportunidad para la ciudadanía en México de participar en estos nuevos ejercicios democráticos, pues es claro que servirá para entender mejor este tipo de ejercicios y procesos novedosos en México, pero también con ello incentivar una cultura política y democrática más fortalecida, así como también para un renovado ejercicio de los derechos políticos, contribuyendo hacia la construcción de una mayor calidad democrática de la sociedad y el Estado mexicano.
Sin embargo, el ejercicio también tiene objetivos no explícitos, que están relacionados con el posicionamiento del Presidente, así como de su partido político, en consolidación hacia las elecciones presidenciales de 2024.