Gerardo Lozada Morales
Durante sexenios pasados se habló mucho de la existencia del “PRIAN”; es decir, las oscuras negociaciones que perpetuaron al PRI y al PAN en el poder político de México, precisamente en los tres sexenios que gobernaron de manera predominante (2000-2018), y donde se intentó denostar su alianza en medios de información y bloques de intelectuales orgánicos que sobreexplotaron el tema de la transición mexicana, al grado de exponer que dicha alianza era una “teoría de la conspiración” por parte de los sectores opositores en aquellos momentos.
Después del fenómeno vivido en el sistema político mexicano en la contienda presidencial del 2018, la alianza fue totalmente una realidad. Hasta el presente se han cohesionado no sólo al PRI y al PAN para buscar desesperadamente sobrevivir en la política nacional, han arrastrado a un occiso PRD que terminó de finiquitar su respaldo social gracias a su tropiezo en 2012 por su firma en la alianza corrupta denominada: “el pacto por México”. De igual forma, en los siguientes procesos electorales vividos en 2021 y 5 de junio del presente año 2022, la desesperación de la alianza PRI-PAN-PRD ha orillado a personajes que son sus principales detentadores de poder como Claudio X. González, a salir a amenazar días antes de la elección en los estados de Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, a Movimiento Ciudadano (MC) para sumarse a sus intereses porque se ven totalmente aniquilados para la contienda presidencial del 2024.
Es inminente su derrotero al perder 4 de los 6 estados en disputa como Oaxaca, Hidalgo, Tamaulipas y Quintana Roo, lo que demuestra que tanto el PAN como el PRI se mantienen arrastrando una crisis sin precedentes desde la coyuntura vivida en 2018. Su crisis partidista se encuentra desestabilizando su interior, hace algunos días Damián Zepeda, senador panista, llama a que su partido se separe y pueda administrar los últimos vestigios donde tienen dominio, por otro lado, el priismo busca desesperadamente destituir a su dirigente “Alito” Moreno; no sólo por sus escándalos y corruptelas destapadas a la luz pública desde hace algunas semanas, sino por ser el responsable de perder 10 estados del país desde que es dirigente nacional.
La alianza partidista que pasó de la “conspiración” a la realidad no tiene futuro, a días de vivir su segunda debacle, la organización denominada: Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad del mismo magnate multimillonario X. González, comenzó a exponer a “Alito” Moreno por dichos escándalos, y buscan sin duda una purga en el interior de la oposición. Y es por obviedad, debido a que hasta el presente, han perdido registros locales al igual que militantes. ¡Por fin se han dado cuenta que la sociedad es una pieza fundamental para la política!, y mayor aún, esto demuestra grandes avances democráticos en México porque la sociedad sí pesa, ¡y mucho! Aunque parece que se han dado cuenta demasiado tarde.
El autor es catedrático de la UDLAP y miembro colaborador del Observatorio ciudadano de cultura y prácticas de un buen gobierno A. C.