Los debates entre personas candidatas a cargos de elección popular en esencia deberían ser una confrontación de propuestas, según el cargo por el cual compiten.
En el caso de las candidaturas a gubernaturas, un debate debe versar fundamentalmente sobre propuestas del Plan de Gobierno; el bosquejo del Plan Estatal de Desarrollo.
Probablemente la ciudadanía de las seis entidades que este año renuevan gubernatura está ávida por conocer las propuestas de las personas competidoras: El qué, cómo, cuándo, con qué y por qué. En síntesis, propuestas se realización cierta; ya no promesas vanas.
En Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, por mandato de ley debe haber por lo menos dos debates entre las personas candidatas a la respectiva gubernatura. Si son 3, mejor. Ya estamos a más de la mitad del primer mes de campaña, pero lo ideal hubiese sido un debate al inicio de ésta, uno a la mitad y otro al final.
Así, la ciudadanía estaría mejor informada sobre las propuestas de candidatas y candidatos a la sucesión en su entidad, siempre y cuando presentan claramente su oferta y la expliquen de modo tal de convencer al electorado sobre cuál es la mejor.
Porque ese es el objetivo del debate; no lo es, el embate entre contendientes, convirtiéndose en foros de golpeteo, en tendederos de “trapitios al sol”. Claro, atendiendo al derecho de la libertad de expresión las personas candidatas pueden manifestar errores de la vida pública de los contrincantes.
Pero deberían privilegiar la confrontación de propuestas, pues la ciudadanía quiere, y tiene derecho, a conocerlas, para razonar su voto. Los debates deben cumplir la finalidad de motivar a la ciudadanía a acudir a las urnas electorales, no a abstenerse.
OAXACA, MALOGRADO PRIMER DEBATE
La madrugada del domingo 24 de abril, justo el día señalado para el Primer Debate, murió de causa natural el señor Moisés Jara Bolaños, padre de Salomón Jara Cruz, candidato puntero postulado por la coalición Morena-PT-PVEM-PUP.
Su equipo comunicó a la ciudadanía y al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), que desde ese momento y hasta nuevo aviso el candidato suspendía actividades de campaña, lo cual, implícitamente, incluía su presentación en el debate.
Razón entendible, pues cómo estar debatiendo la misma noche en que el cuerpo del padre era velado, y ni ánimo de realizar mítines en quién sabe cuántos días. Sin embargo, Salomón Jara pronto deberá sacar fuerzas para retomar su campaña, no solo porque la vida sigue, sino porque es el candidato puntero en la sucesión oaxaqueña.
Tan pronto se conoció el lamentable hecho, en una muestra de civilidad y de humanidad, sus adversarios electorales le dieron el pésame en redes sociales. Pero además, casi de inmediato, declinaron públicamente a participar en el debate.
El candidato común del PR-PRD, Alejandro Avilés Álvarez, lo hizo en solidaridad al duelo de Jara Cruz, pues antes de ser políticos, dijo, son seres humanos. La candidata del PAN, Naty Díaz, para privilegiar la participación de las siete personas candidatas en igualdad, por lo cual propuso posponer el debate.
Conforme al reglamento de debates del IEEPCO, solamente se puede cancelar un debate cuando se presente nada más un candidato: Y ese fue el del partido local Nueva Alianza, Berzhaín López López, cuyo equipo lo presumió en redes como para sacar ventaja política.
Bueno, también se presentó Alejandra Morlan, candidata de Movimiento Ciudadano, pero para, en el foro, pedir al IEEPCO reprogramar el debate.
Y hasta ese momento, la autoridad electoral, vía la periodista Julieta Lujambio, quien conduciría el debate en las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv), anunció que el debate no se llevaría a cabo.
Qué lástima.
Porque como bien dijo la consejera presidenta del IEEPCO, Elizabeth Sánchez González, “la ciudadanía perdió” con la cancelación del debate.
Bien por la solidaridad con el duelo de Salomón Jara. Pero los demás candidatos (incluidos los dos independientes) y las candidatas dejaron escapar la gran oportunidad de exponer sus propuestas para conocimiento de la ciudadanía.
¿O era necesaria la presencia del candidato puntero?
Generalmente en un debate, quien va en segundo lugar en la preferencia electoral le apunta al candidato puntero con el ánimo de restarle puntos y rebasarlo o por lo menos alcanzarlo en la medición de los efectos del debate.
Quien va en tercer sitio, apunta tanto al segundo como al primero con el propósito de rebasar al segundo y acercarse al primero.
El resto de las personas candidatas apuntan al primero, al segundo y al tercero con el fin de conseguir puntaje en la preferencia electoral.
Entonces, cabe preguntar: Para las y los adversarios de Salomón Jara, ¿no tenía razón de ser un debate sin la presencia del candidato puntero?
Si el debate se hubiese llevado a cabo, el flanco hubiese sido Alejandro Avilés, quien va en segundo sitio, conforme a encuestas. Y la candidata de MC, Alejandra Morlan, hubiese apuntado a la abanderada del PAN, Naty Díaz, para desbancarla del tercer sitio.
Quizá Naty Díaz de por sí enfrente merma de votos panistas, porque Alejandra Morlan es desprendimiento de Acción Nacional.
En fin, la ciudadanía perdió al cancelarse el Primer Debate entre las personas candidatas a la gubernatura de Oaxaca. Hasta el momento se desconoce si se repondrá, pues implica un costo tanto por parte del IEEPCO como de la CORTV, que se esmeraron en la organización.
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