Qué indefensa se encuentra la democracia y la equidad en la contienda electoral cuando el partido gobernante hace alarde de logros con fines electorales a costa de la salud de los habitantes del país; sobre todo cuando las instituciones electorales solapan o se cruzan de brazos ante imposibilidades jurídicas.
Por eso la ciudadanía termina hartándose de los partidos políticos, de las autoridades electorales y de las elecciones, las cuales, según parece, son lo realmente importante en México para llegar al poder por el poder mismo.
Lo anterior viene a colación porque con tanta legitimidad obtenida en 2018, Morena está obligado a predicar con el ejemplo; sin embargo, cuestiona el pasado y termina haciendo casi lo mismo. Por ejemplo: Sacar raja electoral de obligaciones del gobierno.
Ahí están los mensajes y videos en cuentas de redes sociales de Morena y su dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, mediante los cuales se difunde la campaña de vacunación contra el virus Covid-19.
Sí, los partidos políticos hasta cierto punto tienen permitido cacarear logros de gobiernos emanados de sus filas, pero sin caer en el lucro político-electoral. Claro, una cosa lleva a la otra; sin embargo, hacerlo sin recato en época electoral solo puede tener el fin de influir –por no decir manipular— el ánimo de la ciudadanía.
Y es este punto el cual no han podido o no han querido diferenciar cabalmente las autoridades electorales: INE y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Qué tanto es tantito, ¿no? Se hicieron de la vista gorda cuando lo hizo el PRI, cuando lo hizo el PAN, y para lo mismo van respecto de Morena.
Ya ven, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE acaba de declarar improcedente la solicitud para emitir medidas cautelares en contra de Morena y Mario Delgado por la difusión de mensajes y videos en redes sociales que, “a decir de los quejosos constituyen promoción personalizada, utilización indebida de programas sociales, publicidad engañosa, actos anticipados de campaña y una posible orquestación de mensajes para inducir a la ciudadanía.”
Dicha Comisión estableció que los videos “relacionados con la campaña de vacunación contra el COVID-19, en principio no pueden considerarse como ilícitos pues se llevan a cabo exclusivamente en redes sociales y su contenido no hace alusión a las elecciones, ni contienen un llamado al voto o de apoyo o rechazo a alguna fuerza política que pueda poner en riesgo la equidad de la contienda electoral.”
De acuerdo, pues además la ley tiene tremendos huecos.
No obstante, en el mismo comunicado se dice:
“La Comisión reconoció que las publicaciones realizadas por el presidente del partido Morena, Mario Delgado Carillo, pueden formar parte de una estrategia de comunicación que, buscando la identidad partidista con acciones del gobierno federal en la pandemia COVID-19, busca posicionar a su partido antes de que inicien las campañas electorales.”
¿Pueden? ¿O forman parte? Máxime cuando la Comisión indicó que el periodo de precampaña –en marcha— está destinado “a que los partidos promocionen las reglas de selección de sus candidaturas, sus procesos internos o, en su caso, emitan propaganda genérica, más no así contenidos para buscar adhesión electoral”.
Está clarísimo. Los videos y mensajes relacionados con la vacunación Covid-19 nada tienen qué ver con el proceso interno, ni con propaganda genérica partidista.
Sin embargo, se deberá esperar a la resolución sobre el fondo del asunto por parte de la Sala Regional Especializada del TEPJF, “a efecto de conocer si es válida o no la difusión de los contenidos denunciados durante la actual etapa de precampañas.”
Y quizá exista un 99.99% de probabilidades de que la referida Sala resuelva la validez. Y no porque exactamente lo sea, sino porque en ocasiones los juzgadores adecúan el derecho electoral a exigencias políticas; siempre habrá interpretaciones y argumentaciones ad hoc.
También puede ocurrir que resuelva la invalidez.
Como sea, válido o no, no deja de ser inmoral buscar identidad partidista con acciones del gobierno federal en la pandemia COVID-19 para posicionar al partido electoralmente. Eso es claro.
Es como jugar con la salud de mexicanas y mexicanos, máxime cuando se le engaña publicitando una vacuna que ha llegado en dosis insuficientes para vacunar a toda la población. Qué son tres mil o un millón de vacunas frente más de 80 millones de personas.
Y todavía dicen “gracias al gobierno”. ¿Cuál gracias? ¡Es su obligación, pues además la salud de por sí es un derecho humano!
A PROPÓSITO DE LA PANDEMIA
En diversas entidades del país hay repunte de Covid-19. Y si bien depende en mucho de los habitantes cuidarse cumpliendo con las medidas sanitarias, también tienen responsabilidad los tres órdenes de gobierno.
Las políticas no han sido del todo acertadas.
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