Los riesgos sobre la elección de la gubernatura de Oaxaca

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En la víspera de la jornada electoral, no marchan bien las cosas en Oaxaca; una de las seis entidades donde este domingo 5 de junio habrá elecciones para renovar gubernatura.

En diversos puntos de la entidad se presentan riesgos, que van desde la falta de atención de los gobiernos estatal y federal a comunidades afectadas por el huracán “Agatha” hasta conflictos sociales, pasando por bloqueos carreteros y amenazas de robo y destrucción de paquetería electoral.

Una cruda realidad bosquejada por el Delegado del Instituto Nacional Electoral (INE) en Oaxaca, Edgar Humberto Arias, la mañana de este viernes en rueda de prensa; y quien, de manera enérgica, hizo un llamado a los gobiernos para atender los conflictos y desactivar los riesgos para jornada electoral.

Parece mentira, pero como bien lo dijo el referido funcionario electoral, a cinco días de haber tocado tierra el huracán “Agatha” en la localidad La Redonda, municipio de San Pedro Pochutla, Oaxaca, y a solo horas de llevarse a cabo la jornada electoral, aun hay comunidades sin ningún auxilio por parte de las instancias gubernamentales y algunas se encuentran incomunicadas como Tonamenca, Pluma Hidalgo, Río Hondo y los Loxicha.

Situación por la cual 32 paquetes electorales correspondientes a igual número de casillas aun se encuentran en bodega, porque no hay manera de que el personal del INE y del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) puedan tener acceso para entregarlos en comunidades pertenecientes a la zona afectada.

Y si esas comunidades no son atendidas de manera urgente, la ciudadanía de las mismas quien sabe si participe en la jornada electoral aun instalándose las casillas, porque en principio está luchando por su sobrevivencia tras el paso de “Agatha” sin el auxilio oportuno de las autoridades competentes.

El INE y el IEEPCO hacen lo que pueden, pero no está en su cancha abrir los caminos destrozados por el fenómeno natural.

Aunado a lo anterior, existen tres puntos de conflicto social, que el delegado del INE en Oaxaca calificó de “preocupantes”: Los bloqueos carreteros en San Juan Mazatlán (Mixe), en Pinotepa-Puerto Escondido (en la Costa), y en San Andrés Chicahuaxtla (en la Mixteca).

Bloqueos que de no levantarse, implican el riesgo de impedir el desarrollo de actividades electorales en esas tres regiones de la entidad oaxaqueña, como son el traslado de paquetes electorales. Incluso, hay amanazas de robar y quemar la paquetería electoral.

Los conflictos sociales son “un asunto de gobernabilidad”, consideró el Delegado del INE en Oaxaca. Y consideró bien. Entonces, es responsabilidad del gobierno local, encabezado por Alejandro Murat Hinojosa, generar las condiciones para desactivarlos.

Y también por conflictos sociales, en el estado de Oaxaca de plano no se instalarán 34 casillas electorales: 27 del distrito de Juchitán de Zaragoza, 6 del distrito de Tlaxiaco, y 1 del distrito de Ixtlán de Juárez. Sin embargo, se prevé la instalación de casillas especiales en lugares cercanos para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a votar.

Así la situación en Oaxaca en la víspera de la elección para renovar gubernatura; entidad donde las campañas electorales transcurrieron en calma, sin violencia y sin saldo rojo.

Una entidad actualmente gobernada por el PRI; partido en riesgo de perder el poder en la elección del domingo 5 de junio.

 

LAS TRANSICIONES EN OAXACA 

De un tiempo para acá, no ha sido tersa la transición del poder en Oaxaca.

La elección del 2010 la precedió un largo conflicto social generado en 2006, que derivó en la primera derrota del PRI en la gubernatura, ganando el candidato de la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia, Gabino Cué Monteagudo.

La elección del 2016 se vio envuelta en el fantasma del enfrentamiento entre policías y magisterio en inmediaciones del municipio de Asunción Nochixtlán, bloqueos carreteros y barricadas. En ese año, el PRI recuperó la gubernatura con Alejandro Murat, quien asumió el cargo en un lugar habilitado como Recinto del Congreso del Estado, pues éste estaba sitiado por profesores de la Sección 22 de la CNTE.

La elección del 2022 parecía la excepción. Porque hasta la conclusión de las campañas electorales todo era calma; el ambiente solo se vio envuelto en guerra sucia. Sin embargo, los conflictos sociales representan un riesgo latente para prender la mecha.

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