El gobierno del presidente, Pedro Sánchez, ultima los preparativos para la Cumbre de la OTAN en Madrid, del 28 al 30 de junio, y en las calles lo que hay son protestas de militares españoles denunciando sus condiciones laborales por “indignas”.
La manifestación de este pasado sábado en las principales calles de la capital española estuvo convocada por varias asociaciones militares, de diversos cuerpos del Ejército.
Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropas y Marinería Española (ATME) cuestionó que el Ministerio de Defensa no haga nada por mejorar la situación salarial de los militares.
Según sus palabras, un soldado en España, percibe al mes 1 mil 078 euros netos (23 mil pesos) se trata de un mileurista con un sueldo de supervivencia orillado a mal vivir.
Esta manifestación que pretende reivindicar los derechos de los militares acontece a días de una Cumbre en que los aliados anunciarán un mayor gasto militar para armamento. Al menos, España, en voz de su dignatario el socialista Sánchez ya dijo que incrementará su gasto en Defensa al 2 por ciento.
Sin duda será una semana bastante interesante porque además se esperan manifestaciones, unas a favor y otras contrarias, a la Alianza; el espacio Schengen ha sido suspendido momentáneamente para vigilar a través del control de fronteras quién entra.
Prácticamente Madrid es un gran búnker con un enorme despliegue de seguridad, todo puede suceder. La alerta antiterrorista curiosamente no se ha elevado y permanece en el nivel cuatro (lo máximo es cinco) aunque ya se advirtió de la posibilidad de un ciberataque.
No es para menos. Esta Cumbre es histórica porque la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) renovará su cometido para la próxima década, un rejuvenecimiento a sus 73 años de existencia, que irá más allá de simples cambios cosméticos. Ya es viejuna.
Para España es un acierto ser la sede porque pone a su capital en el foco de atención global: diez mil policías encargados de la seguridad del entorno para delegaciones de 40 países. Además de los 30 líderes de los países miembros de la Alianza Trasatlántica acudirán otros diez mandatarios invitados porque serán reforzadas las estrategias de seguridad y de defensa con Mauritania así como con Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
La OTAN está más viva que nunca gracias a Rusia y su invasión bélica a Ucrania. Hace unos años, la Alianza estaba en “estado de muerte cerebral” según lo expresado por el presidente francés, Emmanuel Macron, e inclusive llegó a peligrar porque el entonces inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, deslizó en más de una ocasión que estaba harto de que Estados Unidos pagase por la seguridad y la defensa de los europeos.
Lo que no consiguieron años de reproches desde la Casa Blanca y de groserías por parte de Trump hacia los europeos, lo logró en cuatro meses la amenaza rusa. El miedo es un motor: muchos países miembros de la OTAN ahora aceptan que gastarán más del 2% de su PIB en Defensa; incluyendo a Alemania que mantenía un gasto militar por debajo del 1.5 por ciento.
En la Alianza, el panorama inmediato y futuro pasa por un rearme necesario. Así quedará plasmado en el documento denominado Concepto Estratégico de Madrid que renovará al signado en la Cumbre de Lisboa en 2010 y que podemos adelantar incluirá un Fondo de Innovación por mil millones de euros destinados a tecnología civil y tecnología militar.
La nueva OTAN quiere incorporar la Inteligencia Artificial a sus capacidades defensivas y para ello, destinará dinero, para impulsar nuevas tecnologías y startups orientadas a hacer más competitivos los sistemas defensivos de la Alianza.
Los casi cinco meses de ofensiva militar de Rusia en territorio ucranio son una enseñanza, una ruta en el terreno, de todos los errores cometidos por el Ejército de una potencia nuclear. Así, la Alianza ha detectado sus propias vulnerabilidades que no ignoraba pero –por una u otra circunstancia– no había puesto demasiada atención.
Quizá tampoco era el momento, pero los apetitos imperialistas desde el Kremlin han abierto la puerta para esta oportunidad histórica: la OTAN o se renueva o tarde o temprano sucumbirá ante los enormes desafíos de una aldea global con múltiples frentes geoestratégicos abiertos y calientes.
En el Concepto Estratégico que será rubricado esta semana en Madrid en medio de múltiples medidas, con un extenso perímetro de seguridad alrededor del Palacio Municipal IFEMA, se incluye como prioridad reforzar el flanco sur y el flanco oriental de la Alianza.
En el sur serán atendidas demandas de reforzamiento de la seguridad solicitadas por España a la Alianza, ante la situación en África no solo con las corrientes migratorias utilizadas por cientos de mafias también con el yihadismo que amenaza no solo con cooptar a jóvenes sino con extenderse como un cáncer en el continente africano. La OTAN reforzará sus acuerdos con Mauritania, un país que adquirirá un mayor rol preponderante dentro del Magreb.
No solo es Rusia como amenaza lo que preocupa, lo es igualmente la creciente influencia de China. En los últimos días, han venido produciéndose diversos roces sensibles y peligrosos entre China y Taiwán. Por fin, Estados Unidos, logra que dentro del Concepto Estratégico de Madrid, Europa mire más allá de su traspatio y observe que, además de Rusia, también el Indo-Pacífico es vulnerable ante los objetivos de Beijing. La OTAN fortalecerá su alianza de seguridad y defensa con Nueva Zelanda, Australia, Japón y Corea del Sur.
PARA TOMAR EN CUENTA:
Al menos Francia, Alemania, Grecia, Italia, Reino Unido y los Países Bajos destinarán 26.7 millones de euros para sus flotas de helicópteros bajo la capacidad de giroaviones de próxima generación con características tales como la propulsión híbrida y eléctrica y mejoras en pro de dotarlos de nuevas características para que sean más eficientes.
Ya en octubre de 2020, Francia, Alemania, Grecia, Italia y Reino Unido signaron una carta de cooperación para el desarrollo de los giroaviones de nueva generación considerando que buena parte de la flota de helicópteros multiusos Allies Medium que utiliza la OTAN para sus misiones de seguridad y disuasión llegarán al final de su vida útil en los próximos 15 a 25 años.
@claudialunapale