Ante el desplome de los partidos de oposición: ¿se asoma el futuro presidente de la República Mexicana?

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Gerardo Lozada Morales

Esta semana la contienda presidencial rumbo al 2024 sigue dando mucho de qué hablar, ante los problemas que tiene la oposición (PRI-PAN-PRD) por su inminente desplome político, se vislumbra una gran posibilidad para Movimiento Ciudadano de ir ganando terreno y sacar muchas ventajas de los siguientes procesos electorales. Aunque sus intentos por promover a Luis Donaldo Colosio Riojas se hayan visto flagelados gracias a las pifias cometidas por el joven abogado que deseaba ser cantante y que terminó siendo el abogado de una red de viejos políticos priistas tránsfugas. Cabe recordar su escándalo mediático, en donde apareció en estado de ebriedad en una sesión del ayuntamiento de monterrey.

Por otro lado, la contienda interna que libra MORENA evidencia que la unidad que promulgan como constante puede desembocar en una posible fractura. Fenómeno que los ha llevado a amordazar todo su interior, y apuntalar a los principales candidatos como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández por encima de Ricardo Monreal. Este acontecimiento se presenció esta semana, en la gira electoral que mantiene el partido morenista para ganar los terrenos que el priismo moribundo aún mantiene. Tocó el estado de Coahuila, en donde Monreal pudo levantar la voz para promoverse frente a militantes que él mismo convocó, para expresar su disgusto por ser desplazado semanas antes cuando los tres presidenciables fueron destapados, y mencionó a través de sus palabras que: “se debe respetar el apoyo ciudadano”. Empero, Sheinbaum se mantuvo replicando el mismo discurso del presidente López Obrador, no obstante, Adán Augusto mantuvo un perfil férreo y mencionó que no son tiempos para disputas internas puesto que lo que requieren es que la verdadera unidad del partido sea hacia el presidente.

Este acontecimiento nos puede remitir a observar que, no sólo Adán Augusto es hombre de plena confianza del presidente, sino que también sabe operar la política al estilo maquiavélico, siendo como un zorro para evitar las trampas y como un león para imponerse ante los lobos. Cabe recordar que, desde su llegada a la secretaría de gobernación, ha realizado reuniones para negociar con los principales representantes de partidos políticos y ha logrado ajustar las riendas del dominio del poder. No es casual mirar que ocupe dicho puesto, o se vea casi por las sombras recorriendo de norte a sur el país para ganar terreno y movilizar sectores políticos y populares. No es casual mirar dicho empoderamiento en el interior del partido, y tampoco es casual haber escuchado hace meses que fue el principal personaje en haber amordazado a Monreal, después de su escándalo en el Estado de Veracruz, donde uno de sus operadores políticos fue detenido por intento de homicidio y donde buscó a toda costa beneficiarse de su posición en el senado, sin prever que también recibiría un espaldarazo.

Dicen por ahí las voces en el interior de Morena que lo único que le queda a Monreal es disputarse la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, aunque ya lo ven vapuleado por sus propios pecados, y por ser considerado por el mismo presidente como un traidor. ¿Será posible que dicha mordaza le impida dar el salto a MC?, por lo visto parece que sí. Como una jugada de ajedrez al estilo enroque.

El autor es catedrático de la UDLAP y miembro colaborador del Observatorio ciudadano de cultura y prácticas de un buen gobierno A. C.