Si alguien ha estado cerca y cuidando la imagen de López Obrador por más de una década, es sin duda César Yáñez. Es el personaje que AMLO decidió coordinará su acercamiento a los medios de comunicación y a los periodistas.
El movimiento que hace AMLO es clave. Saca del ostracismo a Yáñez para incorporarlo en un área sensible y afectada severamente por los calificativos y señalamientos del presidente: la iglesia.
Esta es una repercusión más del crimen contra los dos jesuitas. Yáñez se incorpora al equipo del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, como subsecretario de Desarrollo Democrático Participación Social y Asuntos Religiosos, para recibir instrucciones directas del Ejecutivo Federal.
Desde que AMLO se vio obligado a ocultarlo y protegerlo, Yáñez estuvo al frente de la Coordinación General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, despacho encargado de la relación con las dependencias y áreas de la administración pública y Atención Ciudadana. Desde 1997 se fortaleció cuando ambos militaban en el Partido de la Revolución Democrática.
Tres años después cuando López Obrador llegó a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, Yáñez actuó como su vocero. Presidencia de la República informo que Rabindranath Salazar Solorio, quien sale de gobernación, fue designado coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República.
Yáñez desempeñó como secretario de Comunicación, Prensa y Propaganda del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de 2015 a 2020; y como director general de Comunicación Social del gobierno del Distrito Federal de 2000 a 2005.
El escándalo estalló cuando revista ¡Hola! Publicó en su edición mexicana, nada más, 19 páginas con las fotografías de la ostentosa boda con la empresaria Dulce Silvia a partir del 1 de diciembre. El entonces presidente electo, López Obrador, cómo es su costumbre, dio la espalda, evadió y se escurrió dado que su más cercano contradecía en los hechos la política de austeridad y la fachada de honorabilidad y humildad de su equipo.
Era otro golpazo a AMLO después de Gustavo Ponce (el señor apostador en las Vegas) y René Bejarano (el señor de las ligas) los más íntimos del tabasqueño salpicados por manejos fuera de proporción de dinero.
Al fiestón en Puebla Yáñez acudieron 600 invitados y el testigo principal de la boda civil fue el propio AMLO.
Entre los asistentes destacaron personajes como Ricardo Monreal, Esteban Moctezuma y Manuel Bartlett. Muchos interpretan que César Yáñez estará maniobrando en materia de comunicación en la antesala del 2024 y dentro del equipo del secretario de gobernación hará equilibrio con las campañas de imagen de Ebrard, Sheinbaum y el propio Adán Augusto.
Los cercanos al presidente saben que cometió un tremendo error al no sólo cuestionar sino atacar a los miembros de la Iglesia. Desde que solicito perdón al Vaticano por la conquista y ahora con la ejecución de dos sacerdotes el rompimiento ha sido claro y las manifestaciones de rechazo de los ministros de culto no se han hecho esperar desde el púlpito.
César Yáñez a contrapelo tendrá que convencer a los religiosos que el tríeme otros datos y que el tabasqueño no quiso decir lo que dijo.
Conductor del programa VaSnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla