Con un simple “sí”, el exgobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz confiesa su aspiración de convertirse en candidato a la Presidencia de la República para el 2024.
Pero no por partido político alguno. Menos por el PRI, donde militó toda una vida y donde lo expulsaron dos veces (una de las cuales impugnó). Ya ni siquiera le interesa que la cúpula priista lo llame para incorporarlo nuevamente.
¿Entonces?
Candidato por la vía independiente.
Cosa que parece locura porque en México la candidatura independiente es una figura con muchas limitaciones, en condiciones sumamente inequitativas en relación con los partidos: Raquítico financiamiento y solo para campaña, exigencia de un respaldo ciudadano previo que recaban con recursos propios, no hacen precampaña, y el acceso a medios es mínimo. Eso sí, en fiscalización la ley trae el mismo rasero que para los partidos.
__¿Y cree poder ganar?,__preguntamos con evidentes dudas debido a esas limitaciones legales, no en función de la capacidad de Ulises Ruiz Ortiz.
(Porque de que tiene capacidad política y administrativa, la tiene. Como gobernador de Oaxaca hizo obra pública relevante. Por ejemplo, el empedrado del primer cuadro del centro histórico de la capital, las vueltas inglesas, la velaría del auditorio Guelaguetza. Inició la supercarretera a la Costa, dando el banderazo a la altura del municipio de Miahuatlán, en la Sierra Sur; corría la administración federal del panista Felipe Calderón, a quien agradó este proyecto de conectividad y lo respaldó. Aunque quedó como una obra concesionada).
Me mira a los ojos, sonríe y dice: “Te voy a explicar”.
Y tras la explicación, le digo: “No es mala idea. Más bien, es muy buena idea”.
Y sí, es un buen proyecto el que trae Ulises Ruiz rumbo al 2024, que tal como lo planea le puede funcionar como un engranaje perfecto.
Conforme a lo explicado (y a lo entendido), la idea de Ulises Ruiz es crear un movimiento a partir de la figura de la candidatura independiente para todos los cargos de elección popular a disputarse en el proceso electoral concurrente 2024.
Y que no son pocos: Son más de 20 mil cargos, entre diputaciones federales, senadurías, concejalías a los ayuntamientos y diputaciones locales. Solamente por la vía independiente; vía que, por cierto, impide jugar ciertos espacios plurinominales.
Algo así como la creación de una red de candidaturas independientes para todos los cargos; como si fuese un partido político, pero sin éste y sin el cúmulo de intereses que implica un partido, empezando por las cuotas y cuates.
En el caso del movimiento por la Segunda Independencia de México, las personas que abanderen una candidatura independiente en 2024 serían liderazgos regionales y locales, personas representativas socialmente, apartidistas; pero sin descartar también a quienes ya no sientan identificadas con alguna militancia.
Ulises es un estratega electoral bueno en hacer números. Y su cálculo no está nada mal. La postulación de candidaturas independientes a todos los cargos de elección popular a disputarse en 2024 (salvo aquello que no entran en esta vía), le daría una base mínima de varios millones de electores.
No mencionamos el número, ni la forma de hacer funcional esa red de candidaturas independientes porque forma parte de la estrategia de Ulises Ruiz, quien además refiere que esperará los tiempos establecidos en la ley para desplegarla.
Eso sí ya tiene trabajo en alrededor de 18 entidades federativas. En las mismas quizá estructura electoral y personas apalabradas para las candidaturas agrupadas en el movimiento por la Segunda Independencia de México.
¿Por qué Segunda Independencia? Porque este movimiento promovería –explica el exgobernador oaxaqueño— la independencia económica, la independencia de la pobreza, la independencia de la inseguridad, etc. O sea, combatirá o dará impulso a todos los temas descuidados por la “Cuarta Transformación”, encabezada por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, jefe político de Morena.
Para Ulises Ruiz, ni AMLO ni Morena son invencibles. Y tan no lo son que van perdiendo seguidores por su desdén a la clase media y al sector productivo, y por su política populista que ha aumentado la pobreza en el país en vez de disminuirla; entre otros factores.
De 2018 a 2022, el voto de AMLO cayó de 30 millones a alrededor de 14 millones. Y en 2024 el tabasqueño no estará en la boleta electoral. Por lo tanto, Morena corre el riesgo de perder, aunque no se dividirá como consecuencia de la selección interna de la candidatura presidencial; pero su base se reduce al electorado cautivo vía programas sociales.
Así que hay alrededor de 70 millones de electores que no están con Morena. Y son los electores a los cuales deben conquistar las candidaturas independientes del movimiento por la Segunda Independencia de México, ante la crisis de partidos políticos.
Sí, para Ruiz Ortiz hoy existe una crisis mundial de partidos, que en México se acentúa con una oposición prácticamente desdibujada. Incluso, los partidos que conforman la alianza “Va por México” (PAN-PRI-PRD) carecen de proyecto, de estructura y de cuadros para las candidaturas a las elecciones de 2024, empezando por la presidencial.
Y en ese contexto de crisis partidista (vista en el aplastante abstencionismo en las recientes elecciones a la gubernatura de seis entidades federativas), embona su proyecto del movimiento de candidaturas independientes.
Incluso, en su natal Oaxaca esa figura registra una extraordinaria innovación: La vía independiente indígena para personas de comunidades originarias.
En fin, el tema del movimiento Por la Segunda Independencia de México salió a colación cuando conversábamos sobre obras de envergadura en el estado de Oaxaca: El interoceánico y las supercarreteras al Istmo de Tehuantepec y a la Costa.
Y es que, cuando tomábamos café la mañana de este domingo, en algún momento dijo: “De que yo haga el aeropuerto de Texcoco”.
Y de ahí se desprendió toda la plática.
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