He sostenido que Layda Sansores no tiene congruencia ni lealtades. Se da la espalda a sí misma. Reniega de sus pasado echeverrista, se acomoda donde mejor se vende y ahora, luego de aventar guerra sucia contra Alejandro Moreno, recibe una bofetada en audio del mismo tamaño Está circulando en redes un testimonio que no ha desmentido y que la coloca en sus exacta dimensión frente al presidente.
Layda señala: “López Obrador es gente tan arrogante… por qué nuestro presidente, eh, ni lo quiero decir, pero es una tragedia, es una tragedia tener a un hombre mentecato que no tiene ningún escrúpulo y creo que para nosotros esto es una lección y es insultante”.
Así se las gasta y habrá de recibir más pruebas públicas de su propia bajeza con tal de trepar en puestos públicos. Estamos siendo testigos de dos fenómenos: la alta traición entre los políticos y la burla a nuestra inteligencia colectiva.
Y la conducta de Layda habrán de repetirla y multiplicarla los más cercanos a AMLO porque el mismo así se ha conducido. Ya abrió la llave de la sucesión y ha dejado correr libremente el agua.
Las ambiciones personales estarán desenmascarando las personalidades de las “corcholatas” que viendo los ataques del presidente a Peña Nieto obligará a todos a conservar un arsenal de misiles para destruir.
Vemos que AMLO está más vulnerable que nunca pero eso también puede despertarle más su ira, los desplantes de los aspirantes serán evidentes ante un presidente que va a la baja, está acabando su ciclo en el poder y pretenderá dejar a quien a él convenga no al país.
¿Quién, preguntó, se atreverá a serle fiel al concluir su sexenio cuando comience realmente a estallar la información y datos sobre la terrible corrupción, endeudamiento, proyectos fallidos e irregularidades administrativas?
Los costos para aquel que intente ofrecer impunidad lo va a arrollar. Ante la caída gente como Layda estará dispuesta a empujar al precipicio al acusado.
Quien en política ofrezca evolución y proyectos de vanguardia será calificado socialmente en ese nivel. Aquel que acostumbre la traición y la vileza será destruido por los mismos que ataca. Delfina Gómez, que debería estar inhabilitada será difícil soporte los señalamientos de delitos electorales como Sheinbaum del desplome de un tramo de la Línea Doce del Metro. Torpedear a Monreal significa un error grave y cerrarle las oportunidades no encaja en la democracia.
El grupo en el poder y Mario Delgado al frente de Morena hoy más que nunca recibirán advertencias directas sobre su pasado oscuro. Se medirá quien ha sido peor que otro y por ellos mismos. Le están haciendo cosquillas al tigre y éste habrá de reaccionar.
Preguntémonos por qué razón AMLO ya dejo de hablar de Carlos Ahumada y de Enrique Peña Nieto y encontraremos muchas respuestas, pero muchas. Que desmienta Layda o que asuma su responsabilidad.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 35.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla