De Alejandro Moreno no hay mucho que decir. Quizá los priistas tengan fundamentos pero la sociedad no. Un gobernador en ejerció que enfrentó al candidato López Obrador y señaló que al llegar a Campeche encontraría “la horma de su zapato”.
Campeche su estado era un paraíso, un lugar bello y seguro lleno de gente amable y cordial que veía a distancia como la buena fama del Estado estaba saturándolo de turistas y eso inquietaba a los pobladores que se veían “invadidos”.
Alejandro Moreno se encargó de dañar ese privilegio a tal límite que permitió la llegada de una mujer inestable, incongruente y traidora como Layda Sansores. Así de ese tamaño su fracaso. Se colocó como presidente de un partido para dividirlo. Han nacido corrientes importantes en su interior para demandar democracia, no en el país, sino al interior de la institución.
Los expresidentes nacionales del PRI han determinado su salida de la dirigencia a lo cual Moreno se reíste y enfrenta a personajes de la talla dentro del tricolor como Jorge De La Vega, José Antonio González Fernández, Humberto Roque Villanueva, Claudia Ruiz Massieu, Mariano Palacios Alcocer, Manlio Fabio Beltrones, César Camacho y Beatriz Paredes Rangel, todos ellos con enorme experiencia política y de poder. Alejandro Moreno no merece respeto algunos cuando expresa “a los periodistas no hay matarlos a balazos sino de hambre” y luego de manera patanesca y frívola señala con majadería de qué manera se manipula a los periodistas colocando la verticalidad de enormes analistas como Beatriz Pagés.
Es un sujeto capaz de grabar en audio a su “hermano” Manuel Velasco para tenderle una trampa mediática y exhibirlo ante la nación. Si llega el PRI a la contienda electoral del 2024 corren el riesgo de acabar como Campeche.
Moreno ha sido desnudado en grabaciones que de manera ilícita e ilegal ha publicado Layda Sansores y que merecen sanción por constituirse en delito, pero eso no limpia la imagen de Moreno quien debe explicar y dar la cara y aclarar si es o no propietario de una residencia con valor de 46 millones de pesos, que incluso en alguna ocasión menciono el propio AMLO. Se le acusa además de ser propietario de otros 19 inmuebles cuando en su declaración patrimonial señaló ingresos por cinco millones anuales como gobernador.
Moreno ha fracturado al partido y no ha escuchado las posiciones de políticos como José Alfaro o José Monroy Zorrivas que piden, exigen, respeto a los estatutos como primer paso para, digamos, retomar el rumbo a través del Frente Nacional “Democracia y Justicia Social”. Moreno por sus diatribas inconsistentes es presa fácil de los carroñeros incondicionales a AMLO que como títere lo dibujan atroz intentando con eso crecer la imagen del dañado presiente que se ha desplomado y en serio en su confiabilidad en la CDMX y Nuevo León.
En resumen , Moreno es impresentable, bravucón, fracasado e insolente, y es dirigente de un partido político! Si Moreno no es capaz de construir puentes de diálogo dentro del PRI y de unificar menos se espera pueda llegar a una alianza con miras al 2024.
AMLO se frota las manos teniendo como opositor a Alejandro Moreno que por cierto por una sola letra hasta se confunde con Morena.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla
