Otros datos

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Estamos dentro de un registro vergonzoso. Nunca antes habíamos anotado tantos delitos, muertos, corrupción gubernamental y lo peor: el desdén, el desorden mental para resolver y atender esta problemática, es más, la salida es a través de un fraseo ya incómodo de “abrazos ni balazos”.

Son tiempos inéditos de situaciones extraordinarias en todos sentidos. En los otros datos destacan los casi tres millones de personas muertas en tres años.

De acuerdo con la información oficial, no supuestos ni apuestas simplistas, esta será la administración pública con el mayor número de asesinatos y feminicidios, además de los fallecimientos por COVID, en la historia.

Una etapa de engaños, pifias y ocurrencias que podrían en su momento ser consideradas como criminales. Época también en donde de manera insólita se ha dado rienda suelta a los criminarles desde protegerles sus derechos, liberarlos o someter a las Fuerzas Armadas a un indigno papel de rendición.

Veamos, de 2015 a 2018 se sumaron 149,160 víctimas de delitos que atentan contra la libertad y la seguridad sexual de las personas; entre enero de 2019 y el primer semestre de 2022 se anotan 224,314 víctimas de esos delitos, un 50% de incremento. Y ante esto la mofa presidencial de “ahí tienen sus masacres jejeje”.

En materia de delitos contra las familias, de enero de 2019 a junio de 2022 son 946,396 carpetas de investigación; del 2015 a 2018, el registro fue de 776,924, un aumento cercano al 22%. Sin daros duros, ciertos, que sirven para conectar al desfilo de AMLO cuando declara “demuéstrenmelo”. Repetiré una vez más, somos vulnerables y estamos expuestos a agresiones cotidianas sin mostrar, por el miedo, confianza en las autoridades.

El mismo gobierno y los criminarles nos han colocado a todos bajo el mismo nivel: víctimas. No hay consideraciones de género, socioeconómicas, académicas, de preferencia religiosa, de localización geográfica, vamos ni por edad, todos estamos expuestos a una violencia desatada y sin control.

Por una extraña democracia hemos llevado al poder a gobernantes incompetentes, insolentes y hemos permitido que nada se haga más que permitir la degradación nacional.

Las cifras son espeluznantes y la burla mayor cuando ahora se justifica que todo es herencia de una corrupción anterior y que ya acabo desde que AMLO ingresó a Palacio Nacional, ambas mentiras absolutas. La profundidad a la que nos han llevado es de magnitudes aún no descubiertas.

El problema es de origen, el diagnóstico está equivocado y recostado en demagogia y populismo.

La realidad choca con los discursos mañaneros, la gente muere en tanto el presidente va a saludar a la mamá del Chapo. Y otro grave error es tratar de politizar el tema de la seguridad nacional para que todo caigaw, como dice Sheinbaum, en un debate. Triste entender que AMLO, por el momento, aparece como líder de un gobierno fracasado.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio

@cramospadilla