Ahora sí se le está pasando la manita al Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, con su promoción personalizada. De posar en portadas de revistas de circulación “nacional”, ha pasado a la difusión de las portadas vía espectaculares en ciudades de diversas entidades del país.
Usuarios de Twitter han dado cuenta que en Boca del Río, Veracruz, y en Tijuana, Baja California, hay espectaculares de la portada de la revista “LÍDERES, proyecto de nación”, donde él aparece de traje color negro, sonriente, cual si fuese galán de cine.
Es la estrategia empleada por políticos (hombres y mujeres) cuando pretenden posicionarse en el ánimo ciudadano con fines electorales: Meterle a la ciudadanía la imagen y el nombre de la persona con alguna aspiración electiva.
Corre el riesgo de ser impugnado.
Aunque él puede argumentar haber posado exprofeso para una entrevista, pero que es ajeno a la difusión de espectaculares; que ésta, es responsabilidad de la revista, la cual, a su vez, puede justificar las publicaciones en ejercicio de la libertad de expresión.
Es válido.
Sin embargo, ¿por qué publicitar la revista precisamente con la imagen Alejandro Murat? Incluso, la publicación precisa su actual cargo: “Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca”. Entonces, ¿qué se promociona? ¿El medio de comunicación? ¿El personaje? ¿O el gobierno de una entidad federativa?
Aún cuando difunda el “Proyecto Oaxaca”, es clara la promoción personalizada de Murat Hinojosa. Máxime cuando abiertamente ha manifestado su aspiración a la Presidencia de la República. Es más, se ha autodefinido como “la mejor opción para México”.
¿Y por qué partido? Lo lógico sería que por su partido, el Revolucionario Institucional. Sin embargo, aspiraciones sabemos, planes no sabemos.
Incluso, puede optar por la candidatura independiente.
O quizá su estrategia sea más inteligente: Meterse al juego por la candidatura presidencial para obtener espacios políticos. Por ejemplo, la presidencia nacional del PRI para él, y la postulación a cargos populares de personajes de su grupo político para el 2024: Senadurías, diputaciones federales y locales, presidencias municipales y alcaldías.
¿Y por qué no? Hasta involucrarse en la presión para decidir la candidatura a la gubernatura del Estado de México, su entidad natal.
¿Qué, será tan poderoso Alejandro Murat? No. Pero ahora quien no se mueve no sale en la foto. Y él, sin tanta bulla, de manera inteligente, ha venido moviéndose y promocionándose, aprovechando la difusión de la enorme riqueza cultural de Oaxaca y la relación con personajes morenistas.
Por cierto, en la fiesta de la Guelaguetza tuvo como invitados a servidores públicos y políticos de la “Cuarta Transformación”, así como periodistas, columnistas, comentaristas y medios ‘nacionales’.
Alejandro Murat se perfila como un personaje del PRI útil a la “4-T”.
Quizá por lo mismo, ni quien lo cuestione en el despliegue de su promoción personalizada. Los morenistas con qué cara, si las “corcholatas” guindas andan dándose gran vuelo a lo largo y ancho del país.
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