Premios y reclamos

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Nadamos entre sinceros reconocimientos y explicables reclamos. La Sociedad Interamericana de Prensa ha determinado la entrega postmortem a los periodistas acribillados en México en un justo homenaje a cada uno de ellos, tarea que no ha sido aplicada por el gobierno, sino por el contrario la violencia en discurso está cargada de justificaciones y acusaciones a otros.

La Sociedad Interamericana de Prensa hace un reclamo al gobierno de AMLO que permite escenarios de inseguridad, amenaza, agravio, persecución y muerte de informadores en distintos estados de la República en apenas unos cuantos meses entre 2021 y 2022.

Concluyen su exposición de motivos que los gobernantes no aceptan el libre ejercicio de la expresión además de deplorar el quehacer de los periodistas, sobre todo de aquellos que hacen su trabajo con ética, responsabilidad y verdad; los que denuncian corrupción de funcionarios públicos y malos actos de gobierno. Todo y cada uno de los caídos dieron su nombre, nunca se ocultaron, fueron figuras públicas con valor.
Muchos colegas han estado expuestos a las represalias del poder o a las amenazas cumplidas del crimen organizado y en ambas sin ninguna garantía o protección del gobierno.

Del otro lado están los reclamos públicos a políticos y gobernantes del actual gobierno. Esos que se mueven rodeados de asesores y custodios en camionetas de superlujo como Ebrard o Sheinbaum muy lejanos al uso de autos como el famoso Tsuru del tabasqueño conducido por su fiel Nico.

La insatisfacción crece. Ejemplos ya se multiplican. Fernández Noroña es increpado públicamente y con frecuencia por su rebeldía a usar cubre bocas, por asistir a salones VIP en aeropuertos o comer en restaurantes fifís como El Cardenal frente a la Alameda.

Caso similar al del Senador Jaime Bonilla que gusta de la comida mediterránea o Yeidckol Polevnsky comiendo en el restaurante italiano de lujo Trastevere en las Lomas de Chapultepec.

Grotescas las argumentaciones de Epigmenio Ibarra, que gusta viajar en primera clase en aviones, en defensa de ya no sabe qué. Se suma a las políticas de AMLO pero al mismo tiempo lo reprueban por la militarización del país. Este sujeto ha sido capaz de calificar a los soldados mexicanos como “asesinos” mientras factura y caro por sus series de televisión que hacen apología al crimen y narcotráfico y los reclamos se le han venido encima como a otro personaje, John Ackerman, señalado por enriquecimiento inexplicable, con su mujer, Irma Eréndira, despedida en Función Pública por entremeterse en las elecciones de Guerrero, y con señalamientos por participar en medios de comunicación (Tv UNAM y Canal Once) con contratos  muy privilegiados y usando los espacios para la promoción de sus intereses.

Pablo Gómez quien ha escalado políticamente por comerciar con el movimiento del 68, hoy titular de la Unidad de Investigación Financiera ha sido exhibido como Emilio Lozoya en el restaurante Hunan.

Y en días pasado Manuel Bartlett y su pareja Julia recibieron en un restaurante de lujo en Polanco (Arturo’s) el griterío y abucheo de los comensales acusándolo de corrupto y “vende patrias” como en otras ocasiones cuando en la Plaza de Toros, Rafael Loret de Mola le incrimina en la muerte de su padre, el exgobernador de Yucatán Carlos Loret Mediz.

Incluso la comunidad universitaria se pregunta por qué los hijos del presidente acuden a la zona VIP del estadio de CU en lugar de compartir graderío con el pueblo sabio además de los lujos y dispendios con que se han mostrado y presumido en las redes sociales.

Ahora vemos las declaraciones de Elba Esther Gordillo de calificar a “Lety” Ramírez la nueva titular de la SEP como “sumisa”. El comportamiento de estos y otros personajes muestran el nivel económico que no corresponde estrictamente a sus salarios, contravienen la ideología de “austeridad republicana” convertida en “pobreza Franciscana” y representan una auténtica burla para los millones de pobres que dicen defender.

En un país como el nuestro la libertad nos permite de manera honesta escalar niveles sociales, económicos y laborales. Pero la incongruencia y el engaño deben ser sancionados de inmediato. El primero en poner el ejemplo debería ser el presidente. En tribuna señala que no debemos tener más que un par de zapatos, cuando sus relojes de marca y el cambio diario de corbatas de lujo muestran otra cosa.

Así nos movemos entre reconocimientos a personas de honor, entregadas a su oficio y profesión, valientes pero asesinados. Y del otro lado a una casta privilegiada, encumbrada e insolente que goza del dinero público, protege a sus hijos en escuelas en el extranjero, viven con opulencia pero declaran  la defensa de una economía muy ligada a la pobreza comunista aplaudiendo a gobiernos como el cubano, nicaragüense o venezolano.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio

@cramospadilla