Marko Cortés Mendoza asegura que el Partido Acción Nacional (PAN) “con valor, con fuerza y que con estrategia sabrá enfrentar y ganar el 2024.”
¿Sí? ¿Y cuál es la estrategia? Porque más bien parece carecer de ella, salvo se trate de la coalición electoral “Va por México.” Pero ésta prácticamente ya hizo agua respecto del PRI, a menos de que ocurra un milagro o de que el PAN le disculpe su desliz con Morena.
Y el PRD es un aliado de membrete. En la elección presidencial de 2018 solamente aportó 1,602,715 votos a la candidatura del panista Ricardo Anaya Cortés en la coalición con el PAN y Movimiento Ciudadano; el blanquiazul dio 9,996,514 y el partido naranja, 1,010,891. En total sumaron 12,610,120 votos.
¡Contra 30 millones 113 mil 483 votos obtenidos por Andrés Manuel López Obrador de la coalición Morena-PT-PES!, siendo 25 mil 186 mil 577 votos morenistas. Y frente a 9 millones 289 mil 853 votos que alcanzó José Antonio Meade Kuribreña de la coalición PRI-PVEM-Panal, en la cual la aportación priista fue la mayor con 7 millones 677 mil 180 votos.
En tanto, en las elecciones intermedias 2021 de diputaciones federales, el PRD obtuvo un poquito más de votos: 1,792,700; el PRI subió a 8,715,899; y el PAN bajó a 8,969,288 votos. En esos comicios, la votación de Morena per se también decreció a 16,759,917, pero con la suma de los votos de sus aliados rebasó la suma de esos tres partidos de oposición.
Evidentemente, una elección presidencial es más apasionada que una elección intermedia, máxime si aquella va acompañada de elecciones locales como fue el caso de 2018 y como lo será en 2024 en alrededor de 30 entidades federativas donde elegirán distintos cargos de elección popular.
En fin, pues con ese promedio nacional de entre 9 y 8 millones de votos el PAN no podrá ganar por sí mismo la próxima elección presidencial, ni la mayoría de las cámaras del Congreso de la Unión. La misma suerte correrá en los comicios locales, sobre todo en entidades del Sur-sureste del país donde la presencia panista ha ido de más a menos.
Y como los números no le dan, tal vez por esta razón Acción Nacional insistió en la alianza “Va por México” con el PRD y sobre todo con el PRI.
DISTANTE
El PAN llega a su aniversario número 83 distante de la esencia de su fundación: Totalmente de oposición al PRI, del que quiso combatir el caudillismo y que ahora casi le rogó mantener la alianza legislativa y electoral en la cual también participa el PRD.
Ruego implícito en el llamado a retirar la iniciativa presentada por la diputada priista Yolanda de la Torre para ampliar de cinco a nueve años la permanencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública; o, en su caso, votar en contra.
Pero el presidente del PRI nacional, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), y el líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdés, echaron a saco roto el llamado justificándose en la prioridad de la seguridad de la población mexicana, aunque el trasfondo sea otro: La impunidad del dirigente del partido y quizá réditos electorales.
El PAN y el PRI eran vistos como el agua y el aceite.
Qué diría Manuel Gómez Morín, fundador del PAN. Se vuelve a morir al ver el camino fácil del panismo actual en busca del poder.
¿POR QUÉ NO HA CRECIDO EL PAN?
En las elecciones presidenciales de año 2000, el panista Vicente Fox Quezada ganó con 15 millones 989 mil 636 votos como candidato de la “Alianza por el Cambio”, coalición conformada por el PAN y el PVEM, en la cual el 99% de los votos los aportó Acción Nacional.
En los comicios de 2006, el PAN solito retuvo la Presidencia de la República con Felipe Calderón Hinojosa como candidato, quien obtuvo 15 millones 284 votos. Aunque su triunfo fue cuestionado por el entonces abanderado de la coalición “Por el bien de todos” (PRD-PT-Convergencia), Andrés Manuel López Obrador, quien prácticamente le pisó los talones con 14 millones 756 mil 350 votos.
Comparando las votaciones de 2018 y 2021 con las del 2000 y 2006, cabe preguntar: ¿Dónde se fueron los votos del PAN? ¿Por qué no ha crecido el PAN?
Los votantes se esfumaron. La ciudadanía se decepcionó de los gobiernos panistas.
Una derrota o una victoria son fenómenos multifactoriales. Independientemente de ello, las dirigencias nacionales, estatales y municipales del PAN (con sus honrosas excepciones) han hecho muy poco (o casi nada) por hacer crecer la membresía panista, pero sobre todo en hacer que la ciudadanía confíe en este partido político, que lo vea como una opción.
De ahí que a los 83 años de su fundación, el blanquiazul no pueda solo con el paquete rumbo al 2024. Tanto así que su dirigente nacional nuevamente llamó a la suma de la sociedad civil, militantes y líderes de todos los partidos políticos (de oposición a Morena) “que realmente quieran enfrentar sin miedo, con valor, decisión y estrategia a un régimen autoritario.”
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