Los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) acordaron modificar el convenio de coalición “Fuerza y Corazón por México” para incrementar el número de entidades y distritos electorales donde competirán juntos en las elecciones de senadurías y diputaciones federales de junio próximo.
Aumentan el siglado y lo varían en algunos casos. Para ir coaligados en 30 entidades federativas (dos más) en 60 fórmulas para las elecciones de diputaciones, y en el 98% de los 300 distritos electorales federales aumentando la participación conjunta a 294.
Las modificaciones (que incluyen demarcaciones electorales del Estado de México, Tlaxcala y Oaxaca, entre otros estados), están en tiempo; el plazo ex profeso vence previo al registro de candidaturas ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Cuando concluyó el plazo del registro de la coalición ante la autoridad electoral, aún no se terminaban de poner de acuerdo respecto a la totalidad de demarcaciones electorales para participar juntos en las próximas elecciones para integrar las cámaras del Congreso de la Unión, por eso registraron hasta donde llegaron los acuerdos en ese momento.
En los tres partidos siempre se habló de la intención de modificar el convenio de coalición y también de la probabilidad de no hacerlo por la dificultad que implica convenir el reparto de las candidaturas, del siglado de entidades y distritos electorales.
Con que no lleguen al absurdo de poner panistas como priistas o viceversa, o priistas como perredistas. Por ejemplo, en un proceso electoral anterior, en Oaxaca llegaron a postular militantes del PRI como candidatos y candidatas del PAN.
Incluso, recordarán que aunque las candidaturas plurinominales no juegan en coalición, en el 2018 el PAN postuló en su lista al Senado al perredista Miguel Ángel Mancera. Así de absurdos son los acuerdos para concretar coaliciones para las elecciones de mayoría.
Retomando el tema: Evidentemente la razón no solo es ir juntos porque el PAN, el PRI y el PRD se quieran mucho, sino por el temor ante el resultado adverso de las encuestas de preferencia electoral; entonces coaligados suman votos de los tres para intentar ganar el mayor número de espacios posibles. O, al menos, en el caso de las senadurías, quedarse con el escaño de primera minoría.
Pero la mera modificación del convenio de coalición no garantiza el triunfo en senadurías y diputaciones de mayoría relativa, o mínimamente votos suficientes para obtener escaños y curules por el principio de representación proporcional.
La clave está en la postulación de candidaturas competitivas, atractivas para la ciudadanía; unidad entre los tres aliados, oferta viable, estructura y estrategia de campaña.
No van a ganar con candidaturas recicladas, ni por el solo golpeteo a Morena y aliados.
En fin, ya avalaron modificar el convenio de coalición, la cual deberá aprobar el Consejo General del INE.
MORENA ATACA A XÓCHITL,Y EXCLUYE A SU MILITANCIA
Es indiscutible que Morena es la primera fuerza electoral en el país, que es un partido político fuerte rumbo a las elecciones de junio próximo. Sin embargo, también teme no alcanzar su meta electoral: Ganar carro completo en cargos populares federales, como lo ha vaticinado el presidente nacional de este partido, Mario Delgado Carrillo.
Además de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y las 7 gubernaturas en juego: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Incluso, según parece, Morena duda de su fuerza electoral. Tanto así que en Yucatán inminentemente postulará ex priistas. Porque “para poder ganar” Yucatán el partido guinda ‘necesita quitarle a los de enfrente’, aunque reconoce y respeta a la militancia morenista.
Qué cosas. En el 2018 y en el 2021 Morena ganó la mayoría de las gubernaturas que se disputaron entonces sin necesidad de echar mano de desprendimientos del PRI; hace seis años la alianza fue con la sociedad civil, con la clase media, con artistas, con científicos, etc.
Una de tres: O Morena tiene miedo de perder por eso recurre a estrategias incongruentes como la suma y postulación de personas de un partido que sacó del poder en el 2018, o no es un partido tan fuerte, o pretende de plano aniquilar a la oposición.
Y luego ataca a la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez Ruiz. Por ejemplo, este martes Mario Delgado en conferencia de prensa denunció inconsistencias en declaraciones patrimoniales de ella.
Lógicamente, en una contienda electoral el partido puntero siempre va a arremeter en contra de quien viene en segundo lugar para evitar su crecimiento.
No obstante, el golpeteo puede evidenciar cierto temor de Morena de que la candidata opositora cobre fuerza en la campaña electoral que ponga en riesgo el triunfo de la candidata puntera: La morenista Claudia Sheinbam Pardo de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
Amén de la intención del partido guinda de reducir a Xóchitl a la nada política.
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