Narcoterrorismo

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Si somos literales y jurídicamente estrictos, los narcotraficantes no pueden ser considerados “terroristas” aunque sus actos pretendan en muchos casos crear pánico entre la población. El concepto de terrorista es: una forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general. Es decir, un traficante de drogas no persigue un fin político ni reivindica sus crímenes buscando gobernar o imponer ideologías.

Sin embargo, el gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva para designar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas” e instruyó al Departamento de Seguridad Pública Estatal a tomar medidas inmediatas para atender la seguridad en esa entidad estadunidense que de siempre ha mostrado su aversión a los mexicanos permitiendo la “cacería” de ilegales tratándolos como animales y así expresado por los llamados “minute man”.

Abbott envió una misiva al presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris solicitando clasificar al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación, entre otros cárteles que producen y distribuyen droga, como organizaciones terroristas federales.

El gobernador ordenó de igual forma al Departamento de Seguridad Pública Estatal y a diferentes autoridades policiales a identificar pandillas que estén vinculados a los cárteles mexicanos con el objeto de confiscar sus bienes, congelar sus cuentas bancarias e interrumpir sus redes de tráfico y comunicación.

Esta disposición la había presentado el entonces presidente Trump, pero no llegó a concretarse por no obtener la reelección, pero aun así continuó calificando a los mexicanos como personas indeseables, atracadores, violentos y violadores.

En ese contexto el gobernador texano señaló que se requiere de una acción decisiva, urgente y determinante por el gobierno estadounidense. Evidentemente Abbott no expresa ni reconoce que gran parte de la droga que se introduce a su país es tolerada y aceptada para cubrir la demanda de ciudades como Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles, fundamentalmente, además del su propio ejército.

El problema es que la dimensión del negocio, sus riesgos y ataques a la población civil ya está fuera de control. Los narcos mexicanos han acumulado mucha riqueza, poder y canales de distribución que están desequilibrando lo que conocen como “rules of the law”, es decir, su Estado de Derecho.

Suficiente tienen en Texas con él aún vigente y cruel racismo con los afroamericanos como para soportar la migración ilegal desde Centroamérica adicional al violento proceso de la comercialización de estupefacientes.

Para muchos la actitud de Abbott es iniciar las gestiones pertinentes para incluso Intervenir en nuestro territorio cuando sientan que sufren de inseguridad y violencia desprendida de los cárteles mexicanos. Preocupó y mucho del otro lado la serie de enfrentamientos, tiroteos, quema de vehículos y comercios, y el toque de queda que prevaleció hace apenas unos días en las zonas fronterizas de Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez. El aviso está dado, que conste.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla