Gerardo De la Concha
Por fin el PAN se decide y busca que emerja de sus filas un liderazgo capaz de unificar a una oposición debilitada, frente a un presidente cada vez más debilitado en la realidad y relativamente fuerte sólo en las encuestas, las cuales resultan ser contradictorias pues si su gobierno es mal evaluado su figura todavía se sostiene.
Para tal fin convocó a cinco políticos importantes del PAN a un encuentro con 500 miembros de organismos de la sociedad civil: tres gobernadores en funciones y dos diputados de larga trayectoria. El acto este dos de octubre en el World Trade Center fue exitoso.
Maru Campos, de Chihuahua, Mauricio Kuri, de Querétaro, Mauricio Vila, de Yucatán, son los gobernadores; los diputados: Santiago Creel, presidente de la Cámara y Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción. Éstos dos últimos acumulan una mayor experiencia política, muy por encima de los gobernadores presentes en el acto.
Junto con esta oportuna convocatoria, Marko Cortés se auto sabotea al abrir las posibilidades a más contendientes, entre ellos la senadora Lily Téllez, a quien le auspicia una gira nacional, o trae sólo por representar una “marca” a un hijo de Clouthier, e insiste en no dar por “muerto” a Ricardo Anaya quien la juega de prófugo.
En el acto del World Trade Center fue posible escuchar, echados para adelante, a los panistas. Definiciones contra el gobierno, experiencias particulares o locales. Sin embargo, hubo pocos posicionamientos, con excepción de Juan Carlos Romero Hicks quien insistió varias veces en señalar la crisis múltiple que sufre nuestro país.
El único éxito del actual gobierno consiste en saber ocultar la terrible realidad que padecemos los mexicanos, con el humo espeso de la demagogia, las mentiras y los distractores que constituyen el discurso cotidiano del Presidente.
Las docenas de miles de muertes dolosas -superando a los sexenios de Calderón y Peña-, el setenta por ciento de las escuelas de educación básica en ruinas, la falta del treinta por ciento de los medicamentos esenciales en los hospitales públicos.
Todo ello junto con una economía más que frágil a punto de entrar en una recesión o estanflación de pronóstico reservado, con finanzas públicas presionadas por los proyectos faraónicos, corruptos y mal administrados del Presidente.
Y la ilegitimidad ha sido bien ganada por este Ejecutivo, destructor de instituciones. No se caen edificios, pero se caen instituciones, porque todos los días tiembla mientras se acrecientan las carencias de la población, como ha dicho Romero Hicks.
Y es primera vez en una crisis que no estamos unidos los mexicanos; el Presidente, como en aquel terremoto del 85, no está al frente; pero ahora el terremoto viene también provocado por el mismo Presidente, al que un anónimo grupo de haeckers le ha desnudado su remedo de gobierno.
Romero Hicks define a México como un país de jóvenes en contra de la idea obradorista de que somos un país de viejos. Y se niega a que nos maten la esperanza con la anacrónica idea de retroceder a tiempos ya idos. Por lo pronto, el periódico Reforma afirma que destaca en el arte de la retórica.
El ex Rector de la Universidad de Guanajuato tuvo un notable éxito como gobernador. Me puse a investigar en Internet y encontré que entregó su administración con cero observaciones de la Auditoría Superior de la Federación. Significa que es un gobernante eficiente y entrega buenas cuentas.
La pregunta sería: ¿está emergiendo ya el líder que la Oposición requiere?
