Ha sido común denominador ver a políticos de todas las ideologías sin un trabajo estable. Lo mismo que a “luchadores sociales”.
Y uno se pregunta: “Bueno, ¿y de qué viven?”
Claro, pueden vivir de sus rentas, de las ganancias de sus negocios hechos cuando fueron servidores públicos, legisladores, gobernadores, líderes partidistas o simplemente manifestantes cuyo trabajo es bloquear calles, carreteras, dependencias, etc.
La pregunta es lógica. Máxime cuando recorren el país, una entidad federativa, un distrito electoral o un municipio, haciendo trabajo político consistente no solo en proselitismo, sino también en la conformación de estructura.
En su mayoría buscan un cargo público o el siguiente cargo de elección popular, salvo que formen parte de los equipos talacheros.
Pero todos, ¿de dónde sacan el dinero? Que, incluso, en ocasiones gastan a manos llenas.
Y es cash.
Como dijo Jesús: “Tire la primera piedra quien esté libre de culpa”.
Así que el libro de Elena Chávez, “El Rey del Cash”, puede ser solamente un retrato de la realidad en nuestro país: El cómo extraer dinero público para financiar movimientos, partidos políticos, candidaturas y todo tipo de campañas.
El relato habla de un esquema que involucra a Andrés Manuel López Obrador, a Marcelo Ebrard y a Miguel Ángel Mancera; éstos últimos como jefes de gobierno de la capital del país. Y situaciones por el estilo. Una especie de recaudación para fines político-electorales.
Por cierto, en una de las campañas de AMLO como candidato a la Presidencia de la República uno de sus adversarios precisamente preguntó de qué vivía el tabasqueño.
Y bueno, cada vez que el tema ha salido a colación respecto de él o de Morena, Andrés Manuel ha sostenido que el financiamiento provino de cuotas de simpatizantes y de militantes, así como de “aportaciones del pueblo”.
Es probable en parte. Porque seguramente sale carísimo costear un movimiento, la conformación de un partido político, campañas a cargos de elección popular sobre todo presidenciales. Así que ¿la otra parte de dónde salió?
En fin, un gran flujo de cash en cantidades industriales solamente puede provenir de tres fuentes de financiamiento: Del erario, del crimen organizado o de los “moches”.
Y el manejo de cash es una práctica muy común en políticos de diferentes partidos: Gobernadores, legisladores, líderes partidistas, servidores públicos y hasta “luchadores sociales”. Y no son pequeñas cantidades, sino son grandes sumas que les permiten acaparar los mercados vía sus diferentes y variados negocios, empezando por la creación de partidos.
Por eso el país no avanza, ni la pobreza se acaba.
CONTROL
¿Cómo controlar el manejo del cash por parte de políticos y servidores públicos? Es harto difícil. Parece que la normatividad existente es insuficiente o ineficaz; o los administradores son en exceso hábiles para recaudar ilícitamente, como supuestamente lo hizo César Yáñez, colaborador de AMLO y exesposo de la autora del libro “El Rey del Cash”.
Sin embargo, en cuanto a la constitución de partidos políticos y campañas electorales, valdría la pena establecer controles más estrictos en una próxima reforma electoral.
Incluso, establecer un régimen especial de rendición de cuentas para las personas dedicadas a la política.
Pero si los partidos, vía sus legisladores, son quienes hacen las leyes, ¡qué esperanzas!
“CORCHOLATAS”
Por cierto, ¿de dónde sale el dinero mediante el cual las “corcholatas” presidenciables de casi todos los partidos políticos han empezado acciones proselitistas?
¿Es cash?
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