Calderón

0
378

Ante la disertación de Felipe Calderón sobre la situación del país, la democracia y la actitud de AMLO sus detractores y críticos guardaron silencio. Ya quisieran escuchar con esa seguridad, información y manejo del lenguaje una sola mañanera del presidente López Obrador.

Calderón fue contundente e irrebatible. Su destreza en la oratoria plasmó una realidad a vistas: el país está mal y el presidente está poniendo en serio riesgo a la democracia. Los argumentos del expresidente no dejan duda de que el análisis y las proyecciones confirman que el camino de la 4aT está equivocado.

“El poderoso acepta o rechaza el juego democrático. El poderoso en México nunca ha reconocido los resultados de una elección, salvo la que él ganó. Los emperadores romanos en el circo le preguntaban al coro, a la audiencia a mano alzada y a voz en cuello si se mataba o se perdonaba a la víctima. Pulgar arriba o pulgar abajo. El presidente pone a referéndum si los expresidentes debemos ser juzgados o no sin pruebas, sin acusación, sin presunción de inocencia, sin procedimientos legal, solamente ver al César en el Coliseo si los juzgamos o no”, sentenció el expresidente Calderón y más adelante anotó “ahora tiene una reforma que pretende desaparecer al INE, a la autoridad electoral y poner a autoridades que van a ser electas popularmente, es decir las huestes del presidente decidiendo las elecciones”.

Y añadió: “Amenaza y chantajea a fin de someter a los otros poderes” y propuso “tenemos que hacer que los ciudadanos sean políticos, hay que quitar el prejuicio de que la gente buena no se mete en política, pero tienen que meterse en política con todo”.

Podemos estar de acuerdo o no en los resultados de la administración de Calderón, pero repito, sus conclusiones son además de verdaderas, fundamentadas y no en percepciones sino con pruebas. Calderón no se colgó de muletillas (“esteeee”) ni abuso de pausas, no ofreció otros datos sin darlos. Larga y profunda la distancia de cómo se ve y se valora al país y a su destino entre AMLO y Calderón.

La división social y política no nos lleva a nada y menos justificar los errores sistemáticos diciendo “los conservadores están nerviosos, por eso me atacan”.

En serio debemos tomar conciencia de la delicada situación por la que estamos transitando y que cómo burlonamente declaró el presidente “esto se va a poner bueno de lo malo que va a estar”. Uno de los grandes problemas, sino es que el más importante, es que está gestando la involución.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla