Héctor Pablo y Silvano Aureoles… y Chong

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Si ven a Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva junto al perredista Silvano Aureoles no les extrañe porque el oaxaqueño piensa interactuar con todos los partidos políticos, al menos con los de la ‘resucitada’ alianza “Va por México” (PAN-PRD-PR).

Porque considera que la coalición tripartita sí le puede ganar a Morena la Presidencia de la República en 2024, máxime con la falta de unidad en el partido guinda; el cual, por cierto, en menos de quince días gobernará Oaxaca, entidad natal del ex Director General de Liconsa.

Bueno, cada proceso electoral es una nueva oportunidad para todos los partidos políticos; depende de éstos ganar o perder.

Pero tampoco se gana por arte de magia. Los tres partidos necesitan realizar un intenso trabajo social, de activismo político, y de construcción de estructura electoral. Y, por supuesto, postular una atractiva candidatura presidencial, así como candidatos con arraigo en los demás cargos populares a renovarse en el 2024.

Recuerden que serán elecciones federales concurrentes con locales en alrededor de 30 entidades federativas para elegir diputados y/o ayuntamientos, ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

Sobre el PRI, Héctor Pablo Ramírez francamente ve que este partido requiere “ser más Revolucionario que Institucional”. O sea, jugar su papel de oposición y no de tapete de Morena, según desprendemos de la plática con el priista…¿o ex priista?

Cosa que parece en ‘chino’. Porque el PRI “no sabe ser oposición”, observación en la cual coincidimos. Y, aunque él no lo dice, por ejemplo en Oaxaca el gobernador priista jamás se opuso a una orden del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; ni la bancada priista a Morena en el Congreso Local.

Es más, el PRI como gobierno en Oaxaca no supo estar a la altura para por lo menos llegar a un empate técnico con Morena en la pasada elección a la gubernatura; el partido guinda le ganó con la mano en la cintura dos a uno. Se veía venir, porque los morenistas venían arrasando en elecciones federales y locales anteriores; los priistas ni metieron las manos.

Bueno, sí, las personas candidatas sí metieron las manos. Quien no metió ni un dedo fue el jefe político del priismo oaxaqueño. Y no se trataba de comandar una elección de Estado, sino de atender al partido que en el 2016 lo llevó a la gubernatura de Oaxaca; incluso, siendo nativo del Estado de México y sin tener la residencia efectiva, le ayudó una previa reforma constitucional exprofeso sobre el ius sanguinis (derecho de sangre).

Al menos por agradecimiento debió apapachar el priismo oaxaqueño, pero ni una palmadita en el hombro. Ah, pero necesita otra vez del PRI porque busca la candidatura a la Presidencia de la República y, por ende, de la alianza “Va por México”. ¿Pero le alcanzará?

Aunque mismos priistas comentan que Alejandro Murat entró al juego interno para “romper” al PRI en la selección de la candidatura presidencial por instrucciones del más alto mando morenista. ¿Será? ¿A poco pesa mucho el cuasi ex gobernador de Oaxaca y ex colaborador de Enrique Peña Nieto?

A propósito de lealtades y traiciones. Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva ¿regresó al PRI? Porque justo en 2018 renunció a este partido y a la Dirección General de Liconsa para abanderar la coalición PAN-PRD-Convergencia al Senado de la República en la primera fórmula por Oaxaca. Obtuvo buena votación, pero no le alcanzó para ganar.

Le preguntamos si volvió al PRI. “Sí, pero no”, dice. Porque cuando alguien se va de algún lugar, cuando regresa ya no es lo mismo.

Incluso, Héctor Pablo sintió que el gobernador Alejandro Murat se lo echó en cara cuando, previo a la selección del candidato del PRI a sucederlo, reunió a las y los aspirantes priistas en el hangar oficial de la entidad oaxaqueña para decirles que entre ellos saldría la o el candidato, que ganarían la elección y que no quería traiciones. Palabras más, palabras menos.

Entonces, Ramírez Puga preguntó a Murat Hinojosa a qué traidores se refería, incluyendo a aquellos que traicionan sin irse. El que entendió, entendió.

Silvano Aureoles, dicen, prevé recorrer la entidad oaxaqueña, en cuya capital, por cierto, este lunes ofrecería una conferencia de prensa. Quiere ser candidato presidencial. Y en ese recorrido quizá le acompañe Héctor Pablo.

CHONG 

El oaxaqueño Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva es muy amigo de Miguel Ángel Osorio Chong, con quien se solidarizó cuando éste buscó la candidatura del PRI a la Presidencia de la República. Sin embargo, Peña Nieto se decidió por alguien que no era un cuadro orgánico priista, José Antonio Meade Kuribreña.

Y ahí vinieron los rompimientos, abiertos y callados. Porque hubo muchos priistas que no dijeron nada, pero tampoco movieron un dedo a favor de Meade.

Osorio Chongo, al parecer, volverá a recorrer el país. Porque sigue teniendo aspiraciones políticas. Héctor Pablo le acompañará también en el recorrido.

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