Morena piensa quedarse en el poder ‘efer for ever’… ¿y la oposición?

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Morena prevé quedarse ‘por siempre, para siempre” en el poder. Tanto en el orden nacional como en las entidades federativas gobernadas por morenistas; así como en los municipios, y delegaciones y jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, lo dijo claramente al señalar que: “No por haber ganado la presidencia de la República en 2018, la lucha del Movimiento Regeneración Nacional ya terminó…‘la meta de Morena es regenerar por completo la vida pública del país’ y que las y los mexicanos vivan en una auténtica democracia.” 

En ese párrafo, de un comunicado a propósito de la marcha del 27 de noviembre, se manda el mensaje de que Morena va por todo en las elecciones 2023: las gubernaturas del Estado de México y de Coahuila, entidad donde además se renovará el Congreso Local.

Y no se diga para las elecciones 2024. Interpretando literalmente el dicho de Mario Delgado, el partido guinda va por el ‘carro completo’: Presidencia de la República y la mayoría en las cámaras de senadores y diputados. Y como en ese mismo año hay comicios locales en alrededor de 30 entidades federativas, pues seguro también va por la mayoría de Congresos y/o ayuntamientos, además de los cargos de la capital del país.

Uy, son grandes las aspiraciones de los morenistas; meta de pensamiento de ganadores. Y miren, que ya le falta poquito para terminar de pintar de guinda el país. Y si en los dos años siguientes se queda con el ‘carro completo’, será culpa de la oposición que no da una para organizarse electivamente ni al interior de cada partido político, ni como alianza.

Sí, al menos los partidos de la pretendida “Alianza va por México”, en la cual, según, el PAN y el PRD ya perdonaron al PRI su desliz en la aprobación de las reformas relativas a la Guardia Nacional, entonces planean ir juntos para 2023 y 2024.

Sin embargo, reza la vox populi que “el que traiciona una vez traiciona siempre”; por lo tanto, seguirá en entredicho la confianza en el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), quien, por cierto, según dicen algunos cuadros del tricolor, pretende alargar su periodo o en todo caso dejar en el CEN a personas afines a él.

¿Y así como quieren que la ciudadanía crea en el PRI?

Además, los tres partidos de la pretendida Alianza andan de cabeza en diversas entidades federativas: Sin organización y, lo más grave, sin estructura. Incluso, las dirigencias estatales están en poder de élites, de familias, o de cacicazgos; que, siendo cúpula, seguramente impondrán afines en las candidaturas para las elecciones venideras en vez de postular liderazgos regionales.

Solamente dos factores serían decisivos en eventuales triunfos electorales de la pretendida Alianza: Una profunda división interna de Morena derivada de la selección interna de las candidaturas a los cargos populares para las elecciones 2023 y 2024, incluyendo, por supuesto, la postulación a la Presidencia de la República; y el desgaste de los gobiernos morenistas que genere decepción en la ciudadanía.

Aunque Morena todavía tiene a su favor una fuente de electores: Los programas sociales, los cuales sostienen al voto llamado “cautivo”. No obstante, tal fuente tampoco es inagotable; vean los ejemplos del PRI y del PAN, también tenían programas sociales y al final de cuentas perdieron el poder.

El PRD nunca ha tenido la Presidencia de la República, solamente algunas gubernaturas que no pudo retener. Se encuentra prácticamente reducido a la nada política; la mayoría de sus militantes se pasaron a Morena, y en la dirigencia perredista siguen los mismos.

Movimiento Ciudadano continúa solo en su camino electivo.

En fin. Mientras la oposición se organiza, Morena va pasos adelante en su meta de seguirse de filo en el poder presidencial y pintar de guinda todo el país.

REFORMA ELECTORAL 

Todo parece indicar que habrá reforma electoral, pero en el Plan “B” de Morena porque la oposición rechaza la iniciativa de reforma constitucional de AMLO.

El partido guinda ‘sacrificará” la elección de las consejerías del pretendido Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC), por voto popular.

Pero de todos modos, en ese Plan “B”, reducirá la estructura del actual Instituto Nacional Electoral (INE), y seguramente buscará la forma de quedarse con las consejerías a renovarse en breve.

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