Derby Sexenal

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  • El juego de las sillas presidenciales de Morena que comenzó en Estado de México está siendo manejado desde Palacio Nacional. Hasta ahora los indicios señalan una terna: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Los primeros indicios lopezobradoristas hablan de un manejo equilibrado. Un día ensalzará a Claudia, otro a Ebrard y uno más a Adán, de tal manera de que no haya desbocados y ninguno se sienta como el ganador.
  • Uno de los enigmas en sucesiones anteriores donde los competidores se mueven bajo el escrutinio público es saber el tono de lo que el político español Felipe González llamo “la aceptabilidad de la derrota”. Algunos candidatos en el pasado se quejaron por dejarlos fuera, Camacho Solís le reclamó a Salinas de Gortari porque no lo había escogido. Los repartos de posiciones no garantizan estabilidad porque cada candidato es un grupo de poder.
  • La crisis al interior del PRI y el reclamo de expresidentes por la participación del tricolor en la alianza Va por México no tiene garantizada la unidad en 2024. El dirigente priísta Alejandro Moreno Cárdenas Alito, quien firmó la unidad sin consultarla con ningún bloque priísta, termina su gestión en agosto de 2023 y la nueva dirigencia del PRI tendría que reafirmar o suspender la coalición. Y en el grupo de Va por México existen preocupaciones porque el bloque de expresidentes podría recuperar el control del partido y lo sacaría de la coalición. Y adiós 2024.
  • Aunque hay indicios concretos de que Movimiento Ciudadano ya avisó que no se aliará a Va por México y en privado podría incorporarse si le dan la candidatura presidencial de 2024, en la coalición dicen que harán mayores esfuerzos. MC podría dar entre 7% y 10% a la votación final que podría marcar la diferencia con la alianza Morena-PV-PT. Políticos que conocen a Dante Delgado revelan que no se unirá porque podría obtener mayores ventajas asistiendo a las elecciones en solitario.
  • La sorpresa de la semana fue el anuncio de Alito, en el contexto de su confrontación con los expresidentes del PRI, de que no sería candidato presidencial del PRI. Hoy que se saben las fechas se tiene claridad de la imposibilidad de cristalizar esa candidatura: Alito termina su gestión como presidente del PRI en agosto del 2023 y las candidaturas presidenciales estarían hasta el primer trimestre de 2024, cuando Alito sea un priísta más. El grupo priísta de Enrique Peña Nieto será uno de los más fuertes en el partido, y su capacidad dependerá del resultado de las elecciones para gobernador en Estado de México.
  • Aunque en Morena dan por descontada la alianza con el Partido Verde y el PT, en esos partidos existe cierto resentimiento porque Morena los ha tratado como los hermanos indeseables o los parientes pobres. El problema es que el Verde y el PT no son partido sino grupo de poder con dirigentes que no reparten posiciones, además de que la tendencia de votos de esas dos formaciones ha comenzado a bajar en los últimos dos años.