¿Va Salomón Jara por Alejandro Murat?

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En su primer día como Gobernador de Oaxaca, el morenista Salomón Jara Cruz bosquejó la situación maltrecha de la administración pública que le entregó su antecesor Alejandro Murat Hinojosa (del PRI), empezando por una deuda pública de más de 20 mil millones de pesos, obras inconclusas y “elefantes blancos”.

Según refirió, Ulises Ruiz Ortiz la dejó en seis millones de pesos, Gabino Cué Monteagudo la incrementó a 15 mil 594 millones, y Alejandro Murat la aumentó 5 mil 500 millones de pesos más, llevando así la deuda pública al nivel más alto de la historia oaxaqueña con ese monto de 20 mil millones.

Y eso que el 24 de noviembre de 2021, la administración saliente emitió un comunicado en el cual indicó:

“A la fecha, el esfuerzo de ordenamiento financiero emprendido por el Gobierno de Oaxaca ha resultado en una reducción de 37% en la deuda total del estado, un esfuerzo de disciplina sin precedente en el pasado reciente de la entidad que, a pesar de haber pasado por el sismo más grande de los últimos años, severas inundaciones y la mayor pandemia de los últimos 100 años, ha sido posible gracias a la prudencia financiera instruida por el gobernador Alejandro Murat.”  

¿Qué pasa pues?

Es complejo entender la materia financiera. El nuevo gobierno encabezado por Salomón Jara debería explicar a detalle por qué en la administración de su antecesor se disparó la deuda pública, que aunque el aumento fue menor al generado en el gobierno de Cué, Alejandro Murat al parecer no la redujo como en su momento lo informó. ¿O qué es lo que redujo?

En 2021, el entonces Secretario de Finanzas, Vicente Mendoza Tellez-Girón, tras enunciar una serie de acciones para reducir los pasivos dijo que “de los casi 30 mil millones de pesos de deuda total heredada de los gobiernos anteriores, el gobierno de Alejandro Murat habrá disminuido en 10 mil 920 millones los adeudos de la entidad…

“Por lo que la deuda total del estado al término de la presente administración ascenderá a 18 mil 480 millones de pesos, incluyendo el financiamiento autorizado por el Congreso de hasta 3 mil 500 millones de pesos, gracias al cual se construyen más de 100 obras estratégicas que apuntalarán el desarrollo de la entidad…”

¿Entonces?

Tras asumir el mandato, en su mensaje durante un encuentro multitudinario con gente de las diversas regiones de Oaxaca, el gobernador Salomón Jara hizo referencia al Decreto 809, mediante el cual la anterior 64 Legislatura Local autorizó endeudamiento al gobierno de Alejandro Murat.

“Supuestamente –dijo Jara Cruz– para financiar diversas obras de infraestructura que se nos dio a conocer, se ha manipulado la información con la intención de ocultar obras de infraestructura, deficiente o inconclusas y que constituye elefantes blancos.”

Es ese Decreto, publicado en el Periódico Oficial con fecha 5 de octubre de 2019, se autorizó al Estado, “por conducto del Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Finanzas, la contratación de financiamiento por un monto de hasta 3, 500 millones de pesos, sin incluir intereses, para destinarlo a inversión pública productiva, a la constitución de fondos de reserva, y a los gastos y costos, derivados de la contratación de financiamientos…”, según se establece en el Artículo Primero de dicho Decreto.

Parece ser el mismo financiamiento citado por el entonces Secretario de Finanzas.

Se desconoce con exactitud cuántas y cuáles fueron las obras estratégicas. ¿Algunas de éstas son las enunciadas como inconclusas por el nuevo gobernador de Oaxaca?

Jara Cruz enunció, por ejemplo: El Foro de Huatulco que costó más de 30 millones de pesos (aunque la cifra oficial es de más de 300 millones de pesos) “es un fracaso”; la Casa de Alas del DIF con más de 60 millones de pesos “es una obra que está derrumbándose”; y el Centro Cultural “Álvaro Carrillo” con más de 527 millones de pesos.

“Todos fueron inaugurados de manera apresurada y sin haber cumplido al cien por ciento de su avance físico, constituyen hermosos cascarones que muestran proyectos inclusos y mal hechos”, consideró el nuevo mandatario oaxaqueño.

Y contextualizó: “La ineptitud, la soberbia, la prepotencia, la mentira y la simulación, fueron el sello de la administración saliente (de Alejandro Murat); y como lo reiteré hasta el cansancio, no vamos a permitir que nos engañen, que engañen al pueblo de Oaxaca”. 

¿VA POR SU ANTECESOR? 

Las palabras del gobernador Salomón Jara Cruz parecieran el simple discurso que caracteriza a la era de la “Cuarta Transformación”, el de Morena en contra de los gobiernos priistas (o panistas). Pero en el caso de Oaxaca, quizá se justifique porque las evidencias hablan por sí solas.

Amén de la existencia de obras concluidas y buenas, ciertamente la administración saliente inauguró obras inconclusas o mal hechas.

Tan solo los cuatro carriles de la Avenida Símbolos Patrios y el Circuito Interior a los márgenes del Río Atoyac (ambas en la capital oaxaqueña y municipios conurbados), no son obras nuevas, sino repavimentaciones. La primera dista del proyecto original y la segunda, presenta inconsistencias.

Ahora, ¿cómo interpretar las siguientes palabras de Jara Cruz: “No vamos a permitir que nos engañen, que engañen al pueblo de Oaxaca”. 

¿Quiere decir qué va por Alejandro Murat y los colaboradores responsables? ¿Solo por éstos? ¿O qué hará?

La “Primavera Oaxaqueña” (slogan del gobierno de Salomón Jara) parece que no podrá brillar de inmediato ante la situación en la cual se encuentra la administración pública de la entidad, según bosquejó. Una deuda pública de más de 20 mil millones de pesos, maniata.

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