Del porqué no cumplí esa “consigna”

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En “patrulla” próxima pasada explicaba a vuestras mercedes cómo cumplí mi primer servicio de armas dentro del Colegio Militar; recordemos que ese Instituto para el manejo de las Armas Mexicanas se localiza en la Delegación Tlalpan (CDMX). En ese apunte dejé sabido que tal acontecimiento sucedió un buen día domingo de ese diciembre de 1978.

Entonces escribí -situado yo como centinela en el acceso principal a la Dirección tuve frente a mí por tres horas el gran Telpochalli; las construcciones gigantescas inauguradas esas solo 24 meses antes de yo estar cumpliendo ese mi primer servicio de armas. Entonces contaba con mis poderosos 15 años; esos más el mosquetón me hacían dueño del universo-.

Escribí también que, frente a mi estaba Quetzalcóatl y junto a esa serpiente de granito tres águilas gigantescas se postraban sobre aguiluchos, yo entonces estaba en la boca de la máscara de Huitzilopochtli haciendo las veces de guardián del acceso a la Dirección del plantel. Ahora, recordemos que los arquitectos que trazaron esta enorme obra de la arquitectura mexicana habían metido en sus trazos el mágico y cosmogónico simbolismo azteca por lo que los cadetes que cursábamos el Adiestramiento Básico durante los primeros seis meses de nuestra incipiente carrera de armas recibíamos la misma energía que un Caballero Águila tomaba en el siglo XIV en sus escuelas militares. ¿necesito recordar que arriba describí las instalaciones del (3 veces) Heroico Colegio Militar?

Para el desenlace de este segundo patrullamiento donde explicaré con detalle el porqué de mí NO cumplimiento de la “consigna” necesito recordar junto con ustedes, queridos 11 lectores, el cómo fue la recepción de aquel, mi primer servicio de armas, -con permiso de mi cabo de turno que presente está hago entrega de mi puesto con las siguientes novedades y consignas- dijo el Cadete que me entregaba el servicio- tras darme las novedades vino esa “consigna” que cambió totalmente mi carrera militar…-darle de comer al águila-.

Entremos al desenlace de la historia; ¿Por qué digo que fracasé en mi primer servicio? Y, ¿Cuál fue la razón que cambió mi historia como soldado profesional? Permitan que remonte al final de mis largas 3 horas de aquel, mi primer servicio, antes doy detalles de lo sucedido dentro de esos 180 minutos.

Pocos minutos después de haber tomado mi puesto, reponiéndome de la impresión de tener de frente el conjunto arquitectónico idéntico a un centro ceremonial mexica me pregunté – ¿pos donde estará esa águila a la que tengo que dar de comer? – sí, recordé que en los desfiles un grupo de Cadetes llevan en sus antebrazos aguiluchos y esos, cuando los 12 Cadetes extienden los brazos abren sus alas, ¿será una de esas águilas la que tengo que alimentar? ¿pero dónde está? Tiene que estar muy cerca pues no me puedo separar mucho ¡tengo que cuidar la puerta de la Dirección! Me dije… así estuve más de una hora hasta que me resigné pues en mi zona de control (como vigilante y centinela) nunca encontré nada, tiré migajas de pan, la llamé como si fuera gatito, nada, ¡no pude darle de comer al águila! – ¿Cómo le voy a dar parte al Cabo y a mi relevo? Seguramente el ave murió ya de hambre- pensé.

Al llegar la fila con el relevo y al colocarse frente a mí el cadete al que le iba a entregar el puesto inicié el protocolo, -con permiso de mi cabo de turno que presente está hago entrega del servicio con las siguientes novedades y consignas – y ahí fue –con la novedad QUE NO LE PUDE DAR DE COMER AL ÁGUILA, recuerdo que justo ahí la voz se me quebró, mi relevo volteó a ver al Cabo y el Cabo me clavó su recia mirada de maduro soldado de 16 años – entonces me dijo –comanche (alias champado a mi persona dentro del equipo de futbol americano) ¿Qué p&%d=/da estas diciendo?- para responder su amable pregunta jalé aire y le dije –al entregarme el puesto se me dio la consigna de DARLE DE COMER AL ÁGUILA y- acá casi exploté -¡no encontré por ningún lado a la chingada ave o cotorra esa!- vinieron los tres segundos más largos de mi vida… carcajadas de todos los que me escuchaban, ahora creo que esas llegaron hasta la Guardia en Prevención y a los dormitorios, también alcancé a ver los rostros infantiles de quienes yo veía como Cadetes formales del Colegio Militar, pero sonriendo eran un puñado de preadolescentes más.

Sin perder la posición de firmes el Cabo hizo un gesto señalando con el rostro hacia la parte alta de una de las dos columnas de 3 metros de alto que estaban una a cada lado de la gran puerta de cristal, y arriba de esa (de hecho, había una en la parte alta de cada columna) la escultura de una recia águila mexicana de tamaño natural construida de granito, ambas dos veían y apuntaban con sus picos justo al centro de la puerta y hasta creo que, al igual que los Cadetes que se reían de mi explosión de estrés, esas águilas de plumas de granito también reían, ¡esa fue el águila a la que tenía POR CONSIGNA que darle de comer… recuerdo, con lastre de vergüenza me incorporé a la fila y nos retiramos del que fue mi primer servicio de armas.

Cuando Paul von Hindenburg escuchó la historia dijo – quienes nos adherimos al estudio y práctica de la Ciencia Militar tenemos una base muy seria de valores y esa es, la vida dentro de esas normas da experiencia cuajada de vivencias reales.

Ahora… – continua -cuando rompemos el silencio y planeamos avanzar en los terrenos de la academia y/o medios buscamos ser empáticos y generar así la confianza de quien nos lee o escucha- acá el militar prusiano desde la cabecera de la mesa se pone de pie, lanza el tacón izquierdo de su bota contra el otro tacón haciendo tronar loa aciquetes, hace mutis y en ese va diciendo.

-quien escribe e imparte temas axiológicos no solo practica diálogo epistolar. Debe ser un ejemplo como lo es la flama de su creador…el fuego.

Ultimo patrullaje. – merece mucha atención el formal acercamiento que decenas de Comandantes de Zonas Militares están haciendo con Clubes, Cámaras y Universidades. Magistrales conferencias en las sedes y Campus debatiendo temas de “acercamiento de las Fuerzas Armadas con la Población” “la SEDENA en su entorno” y otras más. Créanlo, ver a un General de dos estrellas dentro del aula de una Universidad como la UAGro da muchísimas esperanzas.

Balazo al aire. – créanlo, fue verdad.

Greguería. – 1978, parte aguas, 1982 principio del éxito.

Oxímoron. – águila tímida.

Haiku. – ansío verme en ti.

Laguna blanca.

Mi vida es para ti.