En la sucesión en la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador se comienza a divisar un choque entre el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y Andrés Manuel López Beltrán, Andy, a quien en círculos de poder se conoce como el ministro sin cartera de la 4T que busca tomar el control de Tabasco.
Señalado como responsable de que la corriente de Javier May Rodríguez, director de Fonatur, se haya pronunciado a destiempo por la corcholata Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, asimismo a Andy se le endosa la autoría intelectual de la campaña que de manera abierta mantiene su tío José Ramiro López Obrador contra el encargado de la política interna del país.
El tío Pepín, que en sus lances contra Adán Augusto ha arrollado también a su hermano que despacha en Palacio Nacional al afirmar con todas sus letras que a Tabasco no ha llegado la cuarta transformación, es un político conocido solo por su apellido que cuando fue alcalde de Macuspana fue denunciado por presunta corrupción.
José Ramiro ya no ha embestido en público al titular de la oficina de Bucareli desde el pasado 11 de diciembre que Sheinbaum estuvo en Tabasco, cuando dijo que en la entidad la propaganda a favor de la mandataria capitalina la ponía el pueblo, mientras la de Adán Augusto la ha instalado el gobierno morenista; sin embargo, continúa con las giras por el interior del estado para promover a Claudia y de paso a Javier May, quien ha desatendido su responsabilidad en el Tren Maya por su proselitismo.
Como el Presidente se deslindó de Pepín en una conferencia de prensa mañanera, aunque hasta tres meses después que su carnal empezó a pegarle al número dos de su gabinete, de pronto en el Edén morenista muchos se comenzaron a preguntar qué actor tenía el poder para ser el titiritero de José Ramiro en contra del secretario de Gobernación, quien en 2019 que llegó a la Quinta Grijalva lo hizo subsecretario de Gobierno, un cargo en el que pasó desapercibido.
En la clase gobernante se sabe a ciencia cierta que es Andy quien está detrás de la campaña contra López Hernández: no solo con la manipulación a su tío sino también con el padrinazgo de May y de Daniel Casasús Ruz, coordinador de programas federales en el estado, quien el viernes pasado se destapó en el noticiero de televisión de Canal 13.
Casasús ingreso al gobierno morenista –antes de convertirse en superdelegado fue director del Instituto de Vivienda del estado, en donde, por cierto, enfrentó señalamientos de corrupción– por ser parte del grupo de amigos de Andy que estudiaron con él en el exclusivo colegio Americano de Villahermosa.
Con Javier May y el representante de los programas del gobierno de su padre como arietes, López Beltrán busca que el secretario de Gobernación no logre que vaya por la gubernatura su hermana Rosalinda, alta directiva del SAT, o el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados local, Jaime Lastra Bastar.
El problema del grupo compacto de Adán Augusto es que también está agrietado: uno de sus brazos ejecutores, el legislador federal Mario Llergo, representante nacional de Morena ante el INE, de igual forma se considera precandidato y está atacando en redes sociales a Jaime Lastra y a Rosalinda López.
Fue el equipo de Llergo el que puso a circular la versión de que la esposa del mandatario chiapaneco Rutilio Escandón había plantado a un grupo de empresarios y ex priístas que el pasado sábado le organizó una comida para mil personas, pese a que estaba acordaba que ella no asistiría.
Pese a que los adversarios internos de Adán Augusto están en la corriente de Javier May, Llergo le ha soltado metralla al líder del Congreso y a su hermana Rosalinda, ya que considera que estos son las cartas de principales de su jefe político.
En términos estrictos, los morenistas que tienen posibilidades de lograr la nominación al gobierno del estado son Javier May, Jaime Lastra y Raúl Ojeda Zubieta, presidente del consejo político estatal del vinotinto.
De esa terna que podría considerarse extraoficial, solo May es del establo de Andy, mientras Lastra representa a la médula del adancismo y Ojeda parece estar en medio de ambas corrientes.
Así que en la carrera por Tabasco hay dos hijos del Presidente, uno por la filia política y otro por la línea de sangre.