Pablo Gómez sugirió estructurar una agencia de comunicación o de noticias en los estados para dar difusión de las actividades de Morena, porque a su decir hay un cerco mediático de los medios tradicionales.
Así lo registra La Jornada en una nota sobre la asistencia del político de izquierda al Programa Nacional de Formación a Legisladores de Morena, al cual asistió como ponente, y suponemos que como avezado en materia electoral porque habló sobre el “Plan B”.
Pablo Gómez conoce el tema electoral y las entrañas del órgano autónomo encargado de organizar las elecciones y ejercicios de participación ciudadana, porque muchos años fue representante de partido político ante el Consejo General.
Además desde la trinchera de la izquierda le tocó intervenir en distintas reformas electorales, desde los tiempos de la Comisión Federal Electoral hasta el Instituto Nacional Electoral (INE).
En fin. Pero el tema de esta columna es la sugerencia de Pablo sobre crear (suponemos que se creará) una agencia de comunicación o de noticias en las entidades federativas para difundir las actividades de Morena ante una presumible existencia de un ‘cerco mediático’ de medios tradicionales.
Ups, pues ni con todo y agencia Morena conseguirá amplia cubertura mediática. Porque si se pretende llegar a la ciudadanía, a los diferentes sectores de la población, esa agencia difícilmente llegaría por sí misma. La ciudadanía es poco asidua a leer, ver o escuchar, medios de comunicación de partidos políticos, el público de éstos es la militancia.
Y la militancia es un sector convencido de las bondades de su partido político. El público a convencer, a conquistar, es la sociedad civil, donde convergen los electores que deciden su voto al entrar a las urnas electorales y quienes lo definen en el curso de las campañas.
Incluso, en la ruta electoral como estrategia los partidos políticos buscan la adhesión de simpatizantes y militantes de partidos adversarios. Lástima que solamente se han enfocado en atraer ‘figuras políticas’, cuadros representativos, pero han olvidado a las masas.
Retomando el tema, Morena tiene un defecto: No comunica. Igual lo tienen el resto de los partidos, pero en el partido guinda se acentúa, sobre todo desde cuando llegó al poder.
Sí, informa a través de su portal nacional, pero solamente actividades de su dirigente, Mario Delgado, cuyas conferencias son otra forma de informar, más no de comunicar. En ambos casos, los medios masivos de comunicación si quieren difunden la nota o la declaración.
Los comités estatales de Morena ¿tienen portal? De cualquier modo pasaría lo mismo.
Con sus excepciones, tales comités carecen de una jefatura de prensa eficiente y eficaz. No basta con subir comunicados al portal de internet del partido o enviarlos a correos de los medios masivos de comunicación; tiene mucho que ver el trato con los periodistas (incluyendo fotógrafos) y con los dueños de los medios.
A veces un simple saludo abre todas las puertas de la difusión y la comunicación.
Sin embargo, las y los dirigentes estatales de Morena (con sus excepciones) evitan el saludo mareados por el poder o porque son regañados por sus superiores. Quizá siguen una línea de comunicación, que no comunica; han perdido esa libertad de cuando eran oposición y además ‘pobre’, hoy son gobierno y partido rico (es el que más financiamiento público recibe).
La actitud de dirigentes y cuadros morenistas es más de confrontación con periodistas y medios masivos. No se cansan de calificarlos de “chayoteros”. Y “eso sí calienta”, como dice el jefe político de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Justos pagan por pecadores.
El periodismo es una profesión como cualquier otra y la comunicación también es una empresa. Así que Morena, sus dirigentes y gobiernos en todos sus niveles, deben moderar su actitud, y revisar su estrategia de comunicación.
Por cierto, los gobiernos estatales morenistas implementan estrategias de comunicación que tampoco comunican: Boletines y ‘mañaneras’, en ocasiones con restricciones para acceder a entrevistas con el funcionariado.
No es eficaz, ni siquiera para posicionar a determinados funcionarios en el ánimo del electorado. Prácticamente es la víspera del inicio del proceso electoral para las elecciones concurrentes 2023-2024.
En fin. La agencia planteada por Pablo Gómez (por cierto, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera) no es la solución al problema de difusión de las actividades de Morena y de sus gobiernos. Ahí esta por ejemplo, el medio “El Soberano” de corte ideológico, que tiene contenido, pero quien sabe si la ciudadanía en general lo lea.
El problema de Morena no es solo difundir, es también el de comunicar.
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