Simulador

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Lo que faltaba, AMLO traiciona, le da la espalda al llamado “líder moral” de la izquierda. Dijo el presidente que la “banqueta es muy angosta y son tiempos de definiciones”, por ello consideró a Cuauhtémoc Cárdenas no un líder, sino un adversario convertido en simulador.

Llama la atención el desparpajo con que AMLO maneja términos y eventos. Sabemos que el tabasqueño se ha colgado de quien le ha convenido y lo más fácil después: el abandono y la traición.

Ha trepado dejando muchos heridos en el camino y si alguien ha procurado simulaciones es él o acaso, pregunto, ¿no dijo que usar a los pobres es una estrategia política?

Cárdenas para la política representa un emblema, aunque para gobernar ha sido un personaje menor. Su figura fue usada más por otros que por el
mismo.

Recuerdo varias pláticas con el ingeniero y dos me llenaron la atención. La primera cuando le cuestioné si le era cómodo que en una televisora a razón de una parodia de títeres le llamaran “cuatemochas” y me contestó que eso le ayudaba a reforzar su imagen pública y no se oponía.

Entiendo que las formas y fondos de la propaganda se metían al fácil camino del humorismo y la comedia, pero en lo personal esperaba una actitud más de estadista que de complaciente.

La segunda fue cuando al colocarse al frente del PRD y dándole portazo al PRI, creciendo su imagen ante la posibilidad de llegar a la presidencia, le recordé su origen de pañales de seda en Los Pinos, el privilegio de ser hijo de un presidente, el formarse institucionalmente y bajo estrictos procedimientos de valores constitucionales.

Entonces le mostré mi inquietud y le señalé si no estaba atrapado en una serie de compromisos con grupos que representaban la antítesis de su educación: las tribus, grupos de inconformes, arribistas, provocadores, plantonistas, reventadores, y guardó silencio como lo hizo al tener que inclinarse por reconocer a personajes como el subcomandante Marcos y al propio Andrés Manuel.

Cárdenas formó parte de un grupo de personajes brillantes que no encontraron espacios en el PRI y decidieron formar su propia corriente (término por cierto que no me gusta). Sabían manejar discursos y a la opinión pública, se codeaban Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Rodolfo González Guevara, Carlos Tello, Vicente Fuentes y alianza con otros talentos como Heriberto Castillo o Gilberto Rincón Gallardo.

Figuras de muy alto rango político, cultural y educativo comparados con un activista callejero como AMLO. Pero se doblaron (concepto muy de moda) y provocaron el crecimiento del tabasqueño negociando posiciones y condiciones…y ahí estaba Cuauhtémoc.

En los entendidos recordemos que el hijo de Cuauhtémoc, Lázaro, desde el 2018 acompaña a AMLO como su coordinador de asesores habiendo sido con anterioridad gobernador de Michoacán, entidad que también gobernó su padre y que motivó un fuerte rechazo social por aplicar la iniciativa del congelamiento de rentas. Como sea, revisando o no la biografía de Cárdenas Solorzano, AMLO lo colocó también en el paredón de fusilamiento sólo por pensar distinto a él.

El presidente, muy lejos de su apariencia humanista y pacifista, es el primero que dispara dardos envenenados o balas contra otros mexicanos haciendo valer aquello que pregona “sino estás conmigo, estás contra mí”.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla