El domingo pasado que Morena tuvo su primera reunión anual del consejo político estatal, en la foto oficial del evento pudo verse nítidamente, como agua de bosque virgen, la fractura que existe en este partido en la tierra del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la imagen, a la derecha, con el presidente del consejo político estatal, Raúl Ojeda Zubieta, como muralla, los consejeros leales al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; y a la izquierda, con José Ramiro López Obrador como poste sembrado en la línea de la frontera política, los seguidores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Desde el 21 de agosto del año pasado, cuando fue electa presidenta del partido la adancista Tey Mollinedo, los integrantes del máximo órgano de dirección de Morena no se habían reunido, por un encono entre ambos grupos que llegó al punto de que la nueva directa tuvo que viajar a la capital del país a rendir protesta ante el presidente nacional Mario Delgado, para evitar la protesta de los perdedores.
El equipo de Sheinbaum en Tabasco es, en los hechos, el de Javier May Rodríguez, director de Fonatur, quien busca ser candidato a la gubernatura postulado por la corriente de Los fundadores o duros, la cual ha mantenido diferencias con Adán Augusto desde la era del PRD lopezobradorista.
La sesión del domingo 29 de enero del consejo político ha sido el primer encuentro formal entre ambos grupos: la gente de May ni siquiera aceptó las carteras que le correspondían por haber ocupado el segundo lugar en las votaciones del 21 de agosto de 2022; entre los cargos rechazados se encuentra la presidencia del consejo político estatal para José Ramiro.
El domingo pasado que se juntaron en un salón de un hotel de Villahermosa, los morenistas no guardaron las formas y en la sesión se mantuvieron apartados. En las tomas del evento se observa que cada grupo jaló sus mesas para no compartir los espacios con el otro.
La foto oficial es más reveladora que mil palabras sobre el divisionismo: la separación entre ambas corrientes incluso es física, ya que a Ojeda y José Ramiro los divide por lo menos medio metro.
Los Fundadores o duros respaldan a la mandataria de la capital del país con la esperanza de que, de ser ella la abanderada presidencial, Javier May logre en automático la postulación para la Quinta Grijalva, mientras que por el lado de Adán Augusto se contempla al líder del Congreso local, Jaime Lastra Bastar, y al propio Raúl Ojeda, si bien en los últimos días se ha revelado un plan para que Morena sea obligado por el INE a nominar a una mujer en Tabasco, lo que pone en la línea de arranque a Rosalinda López Hernández, hermana del titular de Bucareli.
Las imágenes de la descomposición doméstica del vinotinto en la cuna del lopezobradorismo no son las únicas que alimentan la conversación digital: tiene días que el llamado grupo de los notarios, integrado por la crema y nata de la clase gobernante tabasqueña, está subiendo fotos donde aparecen flanqueando a Jaime Lastra los actores que tienen en sus manos los destinos del edén lopezobradorista.
Al lado izquierdo de quien se considera la carta de ese grupo se encuentra el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Enrique Priego Oropeza; a la derecha, el secretario de Gobierno de Tabasco, Guillermo del Rivero; aparecen también el fiscal general Nicolás Bautista Ovando y el secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena.
Como secretario de Gobierno en la administración de Manuel Gurría Ordóñez (1992-1994), Enrique Priego invitó a colaborar como sus segundos de abordo a Jaime Lastra y a Adán Augusto.
Allí empezó todo, y en 2018 que López Hernández compitió por la gubernatura de Tabasco, ya enfundado en la playera guinda, ese círculo cerrado de fedatarios arribó al vinotinto para respaldar al hermano que había logrado ponerse en la antesala de Plaza de Armas.
Conocidos como neomorenistas en el núcleo duro del lopezobradorismo, las piezas de Adán Augusto en la tierra del Presidente se aprestan a continuar un sexenio más al frente de Tabasco y para ello tienen como carta de presentación al presidente de la Cámara a Diputados.
Claro que primero tienen que sortear la aduana de los morenistas que se ostentan como los verdaderos lopezobradoristas.