En el escenario político nacional se están configurando dos únicas opciones; la del presidente López cuya narrativa está centrada en el “primero los pobres” y el combate a la corrupción en general, así como acabar con lo que él llama “la mafia del poder” y la realización de obras faraónicas, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto Felipe Ángeles, con un enfoque de prevalencia del Estado frente a lo privado.
Mientras en la opción política contraria al gobierno federal, que se configura con las diversas organizaciones de la sociedad civil que participaron en la marcha del 13 de noviembre pasado, los tres partidos coaligados en Va por México: PAN, PRI, PRD, (Movimiento Ciudadano, que no se decide si participa en esta opción de forma solidaria o mejor espera a los acontecimientos para ver “cómo se acomoda”), que propone no regresar al pasado inmediato (como lo afirma López, Morena y sus aliados), sino que desea continuar con el desarrollo democrático del país, con pleno respeto al Estado de derecho, con amplia participación ciudadana, con un enfoque hacia el desarrollo económico y fortalecimiento de las instituciones que balanceen los excesos de poder; todo ello, para brindar bien común a los ciudadanos, con el fin de que desarrollen en lo individual con sus familias para realizar sus anhelos en la vida, dando primordial prevalencia, consentido de urgencia, la resolución de los problemas de seguridad y justicia del país y combatir la impunidad.
Estas dos grandes visiones del país hacia el futuro son las que se están confrontando.
Por ahora, el principal problema que tiene que resolver esta opción ciudadana, es el de los métodos y sistemas para la postulación de las candidaturas a los diversos puestos de elección popular y la conformación de un gobierno de coalición conformado por todos los partidos políticos que no están de acuerdo con el proyecto de López, para conformar una administración plural y abierta a la participación ciudadana en la cosa pública.
Esperemos que no haya confrontación dentro de esta gran opción ciudadana. Lo que menos necesita el país es una opción ciudadana dividida.
Ahora que recientemente Dante Delgado, Cuauhtémoc Cárdenas (inicialmente participando en esta iniciativa de la cual ha declinado), Fabio Manlio Beltrones y otras personalidades políticas, salieron a la palestra a dar sus puntos de vista respecto de los fines que esta opción ciudadana de gobierno pretende.
Ahora, con esto, debemos impulsar el momento para la unificación de todas las fuerzas de esta opción para conformar un gran gobierno de coalición que haga que nuestro país retorne a la era del desarrollo democrático y al crecimiento económico por la inversión, tanto nacional como extranjera, para dar un verdadero desarrollo a los mexicanos.
La concentración ciudadana convocada para el 26 de febrero en el Zócalo de la Ciudad de México y en más de 30 ciudades del país en donde los ciudadanos se juntarán frente a locaciones emblemáticas, tiene como fin el de apoyar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que, en cumplimiento de la Constitución, revoque la legislación que está a punto de ser aprobada por la Cámara de Senadores, que es una legislación iniciada por el Ejecutivo Federal que tiene como fin adelgazar al Instituto Nacional Electoral, para causar disrupciones graves en el proceso de elecciones de presidente de la República, la renovación total del Congreso de la Unión, de múltiples gubernaturas, congresos locales, ayuntamientos y alcaldías de la Ciudad de México, que puede terminar en un caos político que nos lleve a revueltas sociales y muchísimas consecuencias graves.
Esta concentración es un segundo gran paso, después de las marchas del 13 de noviembre, para el fortalecimiento de la opción ciudadana que se presenta frente al proyecto de Morena y sus aliados, que siguen lineamientos antidemocráticos y pretende la concentración del poder público con un afán de destrucción de nuestra vida democrática.
Solo la opción ciudadana descrita, con el acompañamiento de los partidos de la coalición Va por México y con la esperanza de que Movimiento Ciudadano se una a la coalición, podremos salir adelante, siempre y cuando se abatan los índices de abstención que prevalecen principalmente en el Norte del país.