Y cerraron ese extraño movimiento que hoy se llaman precampañas. Midieron fuerzas, aprobación y gastaron mucho dinero en el Estado de México. Tiempos de cuestionar las estrategias de precampaña de Alejandra del Moral y Delfina Gómez. Un juego manipulador de encuestas.
Curioso, El Universal semanas atrás daba como puntera a Del Moral y a días de ser exhibidos en el juicio contra García Luna y las sospechas de recibir dinero del crimen organizado, mágicamente los registros se volcaron a favor de Delfina Gómez.
Los creativos, propagandistas quienes pertenecen al llamado “cuarto de guerra” se preparan para la gran batalla, esa que hasta el momento es incierta para ambas propuestas. Delfina Gómez, quien es calificada de delincuente en materia electoral, también debe cuentas porque el dinero arrebatado a los trabajadores no necesariamente fue para participaciones electorales sino para inyectar recursos al “movimiento” político de AMLO.
Así que la desconfianza es característica de la morenista. Por ello los que descifran las encuestas estiman que ya llegó a su máximo, a su “techo” o “tope” mientras que Del Moral súbitamente a crecido en más de ocho puntos. Mentir es atribuir que por llegar a gobernar Delfina acabará con la corrupción, AMLO hizo lo mismo y vemos cómo el flujo de dinero en efectivo estalla por doquier, el último caso en Campeche con Layda Sansores.
La mala fama persigue a Delfina incluso con los desvíos que la Auditoría detectó en la SEP. Vale decir incluso que en el cierre de precampaña de Gómez prevalecieron los golpes de personas inconformes que no recibieron dinero por asistir al evento.
La priista tendría que recibir el apoyo de una experimentada estructura política y electoral mientras que la morenista solamente descansa en la popularidad del presidente y el dinero que se reparte.
La forzada experiencia de gobierno ro a la que ha sometido AMLO a Delfina la ha llenado más de negativos que dé resultados. Ha sido torpe su presencia en campañas y pésima su actuación como administradora. Reprobó frente a la Educación Pública y ella arrastró al sistema de instrucción pública a un evidente retroceso y rechazo por cancelar las escuelas de tiempo completo e intentar acabar con los exámenes de admisión.
Subirse a una plataforma para dirigirse a las multitudes representa una enorme responsabilidad. No se trata de impresionar con gestos y sonrisas forzadas, es tener ética para presentar proyectos que habrán de realizarse con dinero del pueblo.
Lo curioso es que un varón, Juan Zepeda Hernández, de Movimiento Ciudadano podría ser el factor decisivo para el triunfo de un bando o del otro. Zepeda es muy inteligente y sabe el valor de ser institucional y no moverse en el mercado de las improvisaciones y deslealtades.
Tiene y posee muy buen discurso y su carrera a futuro habrá de ligarla a las alianzas más prometedoras. Pretender incorporarse a grupos señalados por ilícitos o corrupción puede truncar a futuro su fuerza política. Quienes pretenden comparar a Alfredo del Mazo con Alejandro Murat, Quirino Ordaz y Omar Fayad han perdido la brújula. del Mazo responde a una línea de conducta de uno de los mejores gobernadores del Edomex, su padre, y forma parte de un grupo político de evidente contundencia.
Incluso su Estado ha sido generador de dos presidentes de la Republica. Su gobierno está muy lejos de los fracasos y caídas en Oaxaca, Hidalgo y Sinaloa. La complejidad de la Entidad muestra el tamaño de su gobernante. El Edomex por mucho no presenta la pobreza y carencias de Oaxaca ni la criminalidad de Sinaloa. La frivolidad de Fayad estancó a su Estado.
El Estado de México es una de las economías más sólidas y representativas de Latinoamérica. Su padrón electoral es el más importante del país. Su zona conurbada impacta en muchas materias fundamentalmente en el transporte y la seguridad.
Una gobernadora débil, timorata, sin colaboradores no podrá responder ni obsequiando dádivas.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla
