Yo he votado por la revocación. ¿Por? Porque no ha metido a la cárcel al priísta Peña Nieto que lo merecería y hacerlo sería un merecido madrazo al priismo, que va muy chulito presumiendo la honradez, eficacia e inteligencia de las que carece el PRI, la gran desgracia de México. Las pesquisas también pueden venir desde adentro de las instituciones públicas y entonces, con ellas armadas, darle parte a la FGR. No es creíble que no haya elementos para encarcelarlo. Ni modo que la FGR empiece algo siempre, de la nada. También puede y debe ocurrir al revés. Yo sí participé en este excelente ejercicio democrático legal porque, hacerlo, daba opción de votar por lo uno o por lo otro planteado. Votar no implicaba solo votar por la permanencia de López. Eso se lo inventaron tontamente sus opositores y hay quien les compró la tamaña tontería. Votar implicaba dos opciones bien claras.
López no prometió meterlo al bote llamándolo por su nombre, pero me agradaría mucho que lo consiguiera. Y en 2018 había un gran clamor al respecto. Que no se olviden los morenistas.
Los opositores hacen una pésima lectura de lo sucedido. Suponer que abstenerse robustece al INE, lo debilita. La chulería de Córdova, lo debilita. No haber redistribuido gastos el INE desde el INE del mucho dinero recibido para hacer mejor su trabajo, lo debilita; y por supuesto que ya es obligado reformarlo dado el dispendio y la frivolidad que lo define. Lanzar chiles chipotles lo debilita. ¿De dónde sacan los opositores que llamar a no votar fortalece al organismo que no fue neutral, debilitándose a sí mismo con ese proceder de parcialidad?
Ahora, pasada la jornada marcada para tal efecto, cuán pertinente es analizar lo sucedido. Hay cada lectura más extraña que canta victorias opositoras donde no las hay, sobre todo los opositores, que relucen su talante antidemocrático y el extravío analítico de una pobreza esperada y refrendada. Y desde quienes ni votaron.
Vamos desmenuzando. Pese a un INE parcial, entrampado entre conservar sus privilegios y dispendios y ser atenazado adecuadamente por la Cámara de Diputados federal rechazando sus amenazas y chantajes, que no le siguió sus jeremiqueos de carencia de dinero; pese al impresentable Córdova, una vergüenza de la democracia jugando con dados cargados comprometiendo la neutralidad del INE, debilitándolo él y nadie más; pese a todo eso, los ciudadanos se movilizaron. Y arremetieron votando, contra una campaña de desprestigio contra López desde el INE con un antidemocrático llamado a no votar soterrado y abierto, cosa irrisoria y más contraría a la democracia, a dejar las urnas vacías. Qué absurdo proceder del INE, de Murayama violando la ley y de los opositores que no se cansaron de decir burradas.
Para Córdova es una muy mala noticia y para el Señor X, con sus inatendibles razones para no votar como no sea su talante autoritario y enemigo de la democracia, también. Si les parece poco a ambos los 15 millones, pues a tomar en cuenta que con el tercio de casillas, no es menor la cifra y en pro de López y su proyecto, así que pesárselo. Si la unión PRI y PAN dudosamente les dará el triunfo, el voto a López, persiste. Y que los opositores no dejen de valorar la abstención de 30 millones en 2018 de los que nunca jamás sabremos cómo hubieran votado. Así que nada está escrito al no votar ni sabemos cuántos se abstendrán en 2024. Es el mismo caso ahora. El que no vota no existe para saber intenciones. Como no seas pitoniso y domines el oráculo de Delfos, jugarle a dar mensajes e interpretarlos cuando no hay voto manifiesto, es ocioso y nada serio. Se entiende que los opositores celebren la abstención, comprando humo de cualquier manera.
Pese a la ilegal parcialidad de Ciro Murayama atacando el proceso en cuanto foro le abrieron, divulgando llamados a traicionar el espíritu democrático de la participación ciudadana, pese a su conflicto de intereses, pese a la campaña negra a la que se sumó, violando la ley, pero se verificó la revocación y lo superaron los números a él y al INE. Botarate. Es amañando anunciar que tardarían tanto en dar resultados y aún así la gente acudió a votar por mucho más de lo esperado.
Pese a los opositores que usaron estrategias contradictorias –todas fracasadas– para violentar la consulta, se efectuó. Primero dijeron que sí irían, luego pasaron a negarse, a no pedirla, luego llamaron a dejar las urnas vacías, lo cual les sirve hoy para ver y saber un apoyo directo a López pero no a ellos, que de ellos no saben el real, porque ¡ojo! reiteramos: los votos no emitidos nada dicen a nadie, porque no hay forma de saberlo. Ese dato a favor hoy les falta y es su culpa y operará en su contra. López sabe hoy lo que tiene y dónde trabajar. Los opositores seguirán dando palos de ciego, por haberse abstenido. El tamaño del odio es insondable. La realidad es muy diferente. Por eso ni las victorias ni las derrotas en la revocación son completas y contundentes ya que no se tiene el panorama completo del sentir ciudadano. Si no era una elección como per se, no lo era (no revolvamos conceptos) ergo, que los opositores no pretendan leerlo como si lo fuera. Hacerlo no les dará más certezas a lo que desconocen: cuál es su apoyo popular real. Obtusos.
Pese a los amagos de nulidad, la revocación sucedió y quedará firme. El resultado será vinculante, lo es en el sentido de que López sí se queda; al que no le guste los resultados en el sentido que sea, pues haber ido a emitir su sentir. Ya es tarde para hacerlo y ya no tiene la más mínima importancia. Ya fue. Y fue pese a que el secretario de Gobernación hizo campaña, como también los opositores que igual y tampoco les correspondía –acallando el INE selectivamente al gobierno, actuando como un partido más, el PRINE– y pese a la parcialidad del INE, la revocación movilizó y deja visible a un amplio sector dispuesto a hacerlo y es imposible saber si son todos, lopezobradoristas. Suponer que sí, sería como decir: pónle a la gente un PRI, a Beltrones, a Anaya de candidatos, a Colosio, el mangoneo del Señor X y votarán ciegamente por eso en 2024. No, no es así. Ya 2021 demostró que no es así. Que los opositores no equivoquen sus lecturas. ¿Es valedera la tesis del 8% en contra dispuesto a jugar las reglas? sí. Contrasta con los opositores que optan y siguen optando por vías ilegales para deponer a López. Siguen extraviados y derrotados.
La movilización no es menor. Acierta Epigmenio Ibarra al espetar en cadena nacional que López ganó otra vez más votos que los candidatos de 2018. Cierto, no los 30 millones de 2018, en parte por el natural desgaste que López persiste en quererlo rehuir sin conseguirlo; y en parte, porque la revocación no prendió. El ánimo de los electores no era por revocar mandatos. Eso que lo entienda todo mundo. Ahora, como ejercicio de democracia participativa, vale. La revocación per se no se requería y el resultado obtenido es uno de los más posibles. Ya que eso nos convierta en Venezuela del norte es absurdo e histérica postura opositora. Desde luego que eso de que votar endiosa a López o nos pone en la antesala de una dictadura, son verdaderas estupideces. Los opositores sí son masoquistas. No lo quieren y no lo echan. Vaya por Dios. Y la victoria no es de quienes se abstuvieron. La ley pasa de largo de los nulovotantes y de los abstencionistas. Y es lo correcto: solo cuentan los votos efectivos. No las sesudas interpretaciones de la abstención. Facilito de entender. Y por cierto, eso de que no votaron por miedo a que en el futuro se use la revocación, ni idea y no sabemos si la dejen los opositores, si llegan a tener los votos para eliminar la revocación de mandato.
La revo demostró politización y a una sociedad que no se compra cuentos opositores como los referidos. Y la oposición dejó pasar la oportunidad de echar a López y sin ganar nada. Es la gran perdedora de este ejercicio. Desde luego que no quedó como demócrata. La campaña negra de urnas vacías ha fracasado dada la alta participación respondiéndole. Que el INE deba dar resultados hasta la noche del lunes 11 habla de que no fueron pocos los votos y le complicará contar desde urnas recónditas. Le saldrá el tiro por la culata.
Cuando los panistas han clamado abstención y sale Romero Hicks a decir que el INE se fortalece, es una idiotez mayúscula. Abstenerse sí lo debilita. No el votar. Regodearse el panista en la abstención es demostrar que sí desprecia la democracia ese partido. Él detenta cargos de elección no por abstención de la gente. El PAN una vez más traiciona la democracia. Hubiera sido loable que sus votos echaran a López, por suceder en una lid legal y no lo es haber promovido la antidemocrática abstención que enloda el supuesto espíritu democrático panista.
No hay manera de hacer pasar la abstención como práctica democrática y por éxito electoral, como pretenden los opositores. Es un contrasentido, la democracia se nutre con votos y no con silencios ni abstenciones que, por fortuna, la ley mexicana ignora, máxime si actúas visceralmente como ellos. Pese al boicot, ahí hay movilización y que nadie la soslaye. Y si se colocan los abstencionistas en asumirlo, ergo, ni molestarse con el resultado a favor ni creerse que ganaron algo. Lo suyo fue hacerse a un lado y aplica para todo y no puede saberse ni siquiera por ley, qué piensan. Y no es su victoria. Se colgarían inmerecidamente medallas que no ganaron. La ley mexicana pasa de largo de quienes se abstienen. Esa idea romantizada de “mandamos un mensaje” está en sus cabecitas tropicales y allí se queda. La ley ordena contar votos efectivos, ergo, ciudadanos presentes, compareciendo a votar. Lo demás es inventarse cuentos y fantasías.
Vuelvo a Romero Hicks. Se jactó de que se esfumó la cifra de votantes de López. Pues bien: en cambio ¿dónde están las grandiosas cifras que su partido, el PAN, obtuvo sin alianzas contra natura con el PRI, sin ser monigote mangoneado por el Señor X, que tiene para ganar la presidencia solo y en 2024? ¿dónde está el candidato, porque mujeres es imposible en el PAN que luego las abandona, para 2024? y lo más importante: ¿dónde está la propuesta de país a futuro, viable, sensible a los rezagos sociales y dispuesta a corregir y entonar un mea culpa por su docena de años malgastando su capital político, mientras retuvo la presidencia? Eso resulta mucho más importante que solo jactarse por el resultado, con Guanajuato, su estado, incendiado por el narco. Por eso el PAN no es opción. Y observe que no hablo del PRI, pues como Alito, es un pésimo chiste mal contado que solo llamó a boicot desde los priistas abiertos y encubiertos.