España en autodestrucción

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O blanco o negro, sin medias tintas. España vive un proceso de autodestrucción fagocitada por una férrea lucha interna, política e ideológica, cuya dinámica amenaza con erosionar la democracia y sobre todo, con sembrar el germen de una futura sociedad llena de confrontaciones en casi todos los ámbitos.

No existe el hubiera. Los españoles nunca sabrán cómo hubiese sido un gobierno de coalición entre el PSOE y Ciudadanos. Lo que sí ha padecido en sus carnes, es un gobierno entre el PSOE y la ultraizquierda de Unidas Podemos.

A veces me pregunto, si Albert Rivera, sufre largas noches de insomnio reprochándose no haber pactado, en su momento, la investidura de Pedro Sánchez. No solo se le fue la vicepresidencia del gobierno, sino que Sánchez convertido en un competidor de maratones de larga resistencia ha visto caer no solo a Rivera, también a Pablo Casado, su opositor en el Partido Popular (PP) y hasta ha terminado cayendo Pablo Iglesias, de una controvertida vicepresidencia.

Y es que Sánchez no logró pactar con Rivera de Ciudadanos, lo hizo (porque no le quedaba de otra para investirse como presidente) con Iglesias de Unidas Podemos. La ultraizquierda ha vendido muy caro el pacto a Sánchez y es inevitable, llegar a 2023, sin evidenciar que esto ha sido un matrimonio endemoniado.

Iglesias sigue maniobrando a través de su pareja, Irene Montero, actual ministra de Igualdad con la que vive y comparte una familia de varios hijos. Sigue imponiendo su agenda social y económica en la que el PSOE no siempre está de acuerdo. Esto ha sido tragar y tragar limones.

Hace unos días, se celebró el Día Internacional de la Mujer y sucedió en medio de un ambiente lleno de rispideces, entre grupos de mujeres confrontados entre sí: las feministas que acusaban a otras de feminazis y también cargaban contra los colectivos de extrema izquierda.

Las dos últimas leyes impulsadas desde el Ministerio de Igualdad, como son la llamada Ley del solo sí es sí, y la Ley Trans, ha provocado una enorme controversia a la que se suma también los cambios en la Ley del Aborto.

Unidas Podemos no ha estado del todo bien asesorada jurídica y legalmente en cuanto a la repercusión de tocar ciertos artículos de las respectivas leyes y el resultado obtenido ha sido justo el contrario al originalmente pretendido con las reformas.

El más obvio ha sido el de la Ley del solo sí es sí que recoge el consentimiento sexual previo a una relación: “Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.

Desde que entró en vigor, las mujeres no tienen que demostrar si hubo intimidación o violencia en una agresión, para que cuente como agresión. Sin el consentimiento expreso, puede castigarse con una pena de uno hasta cuatro años de prisión.

Sin embargo, está teniendo el efecto contrario, porque los abogados están  pidiendo una rebaja en las penas de violadores y otros agresores sexuales dado que a Unidas Podemos y sus asesores jurídicos se les olvidó poner en la nueva ley una disposición transitoria para evitar las revisiones de condena a partir de un nuevo marco de penas más amplias y con “mínimos más bajos en algunos supuestos” de esta forma los violadores y agresores sexuales que están ya encerrados están obteniendo rebajas en sus condenas. Y hasta hay jueces que están liberando a otros presos por el mismo motivo, luego de acogerse a la nueva ley bajo el argumento de sus abogados de haber cumplido ya con la condena.

 

A COLACIÓN

El presidente Pedro Sánchez comenzó a cavar su propia tumba política el mismo día que pacto el gobierno de coalición con Unidas Podemos. Hoy en día, si hubiese elecciones generales, el PSOE quedaría en segundo lugar. Tenemos un ambiente de tal irritación social no solo por la Ley del solo sí es sí; también por la Ley Trans porque los colectivos de mujeres y feministas del PSOE se sienten ofendidas e indignadas porque ahora un hombre puede ser mujer con la mayor facilidad (registro de cambio de género, de cambio de nombre, terapia hormonal y operaciones) y recibir todos los beneficios que otorga el Estado español a las mujeres.

Luego está el aborto: que consigna que todos los hospitales públicos atenderán los abortos y será posible abortar, sin el consentimiento paterno a partir de los 16 años. Es decir, que las mujeres no pueden conducir un coche porque no son mayores de edad, pero sí pueden abortar si así lo desean.

Las políticas de Unidas Podemos más que progresistas son agresivas en todos los sentidos. La otra bandera que enarbolan es la libertad sexual bajo un adoctrinamiento enfermizo, desde los primeros años de la educación infantil, los niños y las niñas deben saber qué es un pene y una vagina. Ya en Secundaria, a los chavales se les habla de orgasmos, de placer, de penetraciones anales, del Punto G y de masturbaciones.

La postura y el lenguaje de los podemitas rompen con lo medianamente aceptable. Han terminado polarizando a la sociedad y están a punto de cargarse a España no por sus expresiones de todas, todos y todes… por la persecución a lo Torquemada que realizan de los empresarios más pudientes. Este pacto de gobierno ha sido muy dañino.