Las crisis bancarias sistémicas y las recesiones tienen efectos duraderos en el crecimiento y el desarrollo, según lo recoge un análisis contundente elaborado por el grupo de expertos del Banco Mundial. Ha sido emitido en vísperas de la reunión de Primavera del FMI y el BM en Washington, del 10 al 16 de abril próximos, y no descarto que ambos organismos rebajen sus perspectivas para el PIB mundial este año.
El documento Perspectivas de crecimiento a largo plazo a la baja: tendencias, expectativas y políticas aborda el impacto al largo plazo de la pandemia del coronavirus y de la invasión rusa de Ucrania que terminarán poniéndole un “límite” a la velocidad de crecimiento del PIB mundial al largo plazo.
El informe documenta una tendencia preocupante: casi todas las fuerzas económicas que impulsaron el progreso y la prosperidad en las últimas tres décadas se están desvaneciendo. Como resultado, entre 2022 y 2030, se espera que el crecimiento potencial promedio del PIB mundial disminuya en aproximadamente un tercio de la tasa que prevaleció en la primera década de este siglo, a 2.2% anual.
Los países en desarrollo que habían soportado con diversos amortiguadores el golpe de la crisis subprime y que tuvieron de media un crecimiento del 6% anual, entre 2000 y 2010, tendrán crecimientos promedios del 4% el resto de la década. En general, estas proyecciones son, siempre y cuando, no estalle una crisis financiera mundial con una consecuente recesión.
Para la especialista Indermit Gill, vicepresidenta superior de Economía del BM, el panorama venidero podría ser peor que el actual porque podría tenerse “una década perdida” para la economía mundial.
“La disminución constante del crecimiento potencial tiene serias implicaciones para la capacidad del mundo para enfrentar la creciente variedad de desafíos únicos de nuestros tiempos: pobreza obstinada, ingresos divergentes y cambio climático. Pero esta disminución es reversible. El límite de velocidad de la economía global se puede elevar, a través de políticas que incentiven el trabajo, aumenten la productividad y aceleren la inversión”, afirma.
El riesgo de cargarse los sueños de toda una generación es real y esta vez amenaza a países más o menos desarrollados a diferencia de lo acontecido en el decenio de 1980 a 1990 que la CEPAL calificó como la década perdida y solo retrasó el crecimiento de la región latinoamericana afectada por una crisis de la deuda externa, la inflación creciente y los desajustes en la balanza de pagos.
En la opinión de Ayhan Koze, uno de los autores del informe citado, hay que mirar a las generaciones futuras para formular políticas que puedan generar un crecimiento sólido, sostenible e inclusivo.
A COLACIÓN
El Banco Mundial destaca que las recesiones tienden a reducir el crecimiento potencial y las crisis bancarias sistémicas tienen todavía mayor potencial destructor: “Las crisis bancarias sistémicas causan un daño inmediato mayor que las recesiones, pero su impacto tiende a disminuir con el tiempo”.
Los expertos del organismo internacional recomiendan a los gobernantes alinear los marcos monetario, financiero y fiscal buscando parámetros más sólidos a fin de amortiguar y en su caso, contrarrestar, los altibajos de los ciclos económicos.
Otra clave tiene que ver con el incremento de la inversión: “En áreas como el transporte y la energía, la agricultura y la manufactura climáticamente inteligentes y los sistemas de tierra y agua, las inversiones sólidas alineadas con los objetivos climáticos clave podrían mejorar el crecimiento potencial hasta en 0.3 puntos porcentuales por año, así como fortalecer la resiliencia a los desastres naturales en el futuro”.
También pone un enfoque potencial en el sector servicios porque seguirá expandiéndose si se utiliza la logística adecuada. Para el Banco Mundial, el sector de los servicios podría convertirse en el nuevo motor del crecimiento económico.
“Las exportaciones de servicios profesionales prestados digitalmente relacionados con la tecnología de la información y las comunicaciones aumentaron a más del 50% de las exportaciones totales de servicios en 2021, frente al 40% en 2019. El cambio podría generar importantes ganancias de productividad si resulta en una mejor prestación de servicios”, resalta.
Con la inmediata irrupción de la inteligencia artificial y la aparición de aplicaciones como ChatGPT se pueden escribir desde poemas, ensayos, escritos de todo tipo de narrativas y luego surgirá el funcionamiento del metaverso lo que anticipa multitud de servicios gracias a la realidad paralela en el mundo virtual.
Los expertos anticipan nuevas oportunidades de trabajo a través de la realidad virtual, en un momento crucial para el futuro inmediato y el mediano plazo, porque será necesaria una mayor fuerza laboral; ante, inminentes cambios demográficos que serán un reto no solo para el crecimiento también para el pago de las pensiones futuras. Por lo pronto, el desafío inmediato es evitar una crisis bancaria…