Independientemente de intereses de grupos al interior de Morena, John Ackerman tiene razón cuando refiere: “No somos iguales, dice una y otra vez nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero llegó la hora de demostrarlo en los hechos, no sólo con las palabras”.
Sí, Morena está moralmente obligado a actuar distinto al PRI. Porque en 2018 la mayoría del electorado votó a favor de algo diferente; creyó en la oferta democrática morenista. Por lo tanto, el partido guinda no debería salir ahora con que su verdadera tonalidad es tricolor.
¿O solamente le copia el modo al Revolucionario Institucional? Pareciera que el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), le pasó ‘el acordeón’ a su homólogo morenista, Mario Delgado Carrillo, para prorrogarse el periodo al frente al Comité Nacional.
¡Hasta el 2024, en vez de agosto de 2023!
Según para evitar ‘ruido’ interno en plena campaña a las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México y en plena víspera del inicio del proceso electoral federal concurrente con una treintena de procesos locales. Casi, casi, el mismo argumento priista usado para justificar la prorroga del periodo de “Alito” como presidente del Comité Nacional del PRI.
¿O Mario le dio copia a “Alito”?
Con razón hasta coinciden en acotar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con la pretendida reforma para que dicte sus resoluciones solo a la letra de la ley sin más criterio de interpretación; no decida sobre acciones afirmativas, ni en la vida interna de los partidos políticos.
Ahora se pueden dedicar la canción que dice: “Te pareces tanto a mí…”
Morena se está descarapelando como mutando al PRI. Y la ciudadanía mexicana que pensaba que la “Cuarta Transformación” se refería al cambio sustantivo de la vida política del país a partir de la llegada al poder del partido guinda y por la vía pacífica.
En política, la forma es fondo. Entonces es profundo el mensaje enviado por la cúpula morenista con la reforma a sus estatutos para prorrogar el periodo de la actual dirigencia nacional que encabezan Delgado y Citlalli Hernández en la presidencia y secretaria general.
Una reforma hecha casi al estilo legislativo: Presentada en el último minuto y aprobada como de urgente y obvia resolución. Ja.
Con harta razón en su proyecto de sentencia, la magistrada electoral Janine Otálora considera que:
“El artículo tercero transitorio que prorroga el cargo de las personas titulares de la presidencia y secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional es inconstitucional y se propone su invalidez porque:
“En la convocatoria no se incluyó ese tema. La propuesta de reforma se introdujo un día antes de celebrarse el Congreso Nacional, por lo que no se garantizó que militantes y congresistas estuviesen al tanto de que se pretendía prorrogar esos cargos.
“Existen dos sentencias firmes y definitivas de la Sala Superior en las que se estableció que tales cargos concluyen su mandato en agosto de 2023.
“El partido, como órgano democrático, debe respetar el principio de periodicidad de su dirigencia y no puede prorrogarlos, aunado a que dicho supuesto no se prevé en el Estatuto de Morena.
“La prórroga automática que contempla la jurisprudencia responde a un supuesto distinto al del caso. Además, en este momento no se justifica que exista una situación extraordinaria que impactaría únicamente a dos cargos particulares.
“La prórroga rompe con los principios democráticos y constitucionales que rigen el actuar del partido.”
Así o más claro.
Pues a pesar de la claridad, el Consejo Nacional de Morena se pronunció “en apoyo de la decisión de ampliar el mandato” de Mario y de Citlalli hasta el mes de octubre de 2024, tal y como fue aprobado por el III Congreso Nacional Ordinario…
Y asegura que el objetivo del Artículo Tercero Transitorio de la reforma al Estatuto morenista “tiene el objetivo de darle continuidad y estabilidad a los trabajos de unidad y movilización” que lleva a cabo el Comité Ejecutivo Nacional ante los procesos electorales de 2024 y “representa la voluntad de las y los militantes en todo el país.”
¿En serio representa esa voluntad? Entonces no habría morenistas inconformes. Ah, pero claro, la cúpula también aplica internamente la exclusión de las minorías; no las ve, ni las oye.
Sentencias como la proyectada por la magistrada Janine son precisamente las que no quieren Morena, el PRI, el PAN y el PRD, lo cual evidencian con su pretendida reforma para casi prohibirle al Tribunal Electoral conozca y resuelva asuntos de la vida interna de los partidos políticos, cuyas decisiones cupulares muchas veces van en contra de principios constitucionales y afectan derechos político electorales de la militancia.
¿Dónde queda el derecho de los y las militantes con aspiraciones de suceder en la dirigencia nacional a Mario Delgado y a Citlalli Hernández? ¿Dónde el de los morenistas a elegirlos y de manera democrática?
Es entendible la preocupación de evitar generar escenarios de confrontación interna, pero deben guardar las formas, convocar al órgano competente ex profeso para realizar reformas a los estatutos para prorrogar el mandato. Pero así, fast track, se ve muy mal, no es de un partido democrático.
Correo: [email protected]