Las mujeres somos la fuerza que llevaremos la ruta electoral y la agenda política para las elecciones del 2024, con la paridad numérica en el Congreso de la Unión y en los Congresos Locales, 9 gobernadoras, un gabinete paritario, y un gran porcentaje de presidentas municipales, estamos preparadas para empoderar la participación política de las mujeres y lograr la paridad electoral y porque no decirlo a la primera mujer Presidenta de la República. La paridad es la herramienta más poderosa para alcanzar la igualdad política y la democracia paritaria.
La agenda político feminista va rumbo al 2024, en el que ya hay candidatas para la elección presidencial y a todos los cargos de elección popular. El proceso electoral en puerta llegará con nuevas reglas electorales, aunque en esta ocasión no hay una gran reforma político electoral, se aprobó el Plan B de la Reforma Electoral, y aunque actualmente se encuentra en controversia constitucional en el que la SCJN ha suspendido su vigencia y no se podrá aplicar para el proceso electoral del 2023 en los estados de Coahuila y el Estado de México, aun podría dinamitar las reglas del juego para el proceso del 2024.
El Plan B es una reforma explosiva para los derechos políticos electorales de las mujeres, porque la paridad que es el arma más poderosa de las mujeres se vería mermada y amenazada, ya que el principio de paridad en la postulación de candidaturas y dirigencias partidistas quedaría a discrecionalidad de los partidos políticos, en el que las autoridades electorales no tendrían la competencia para dirimir ni asignar mediante controversias o acciones afirmativas candidaturas en paridad y también se afectaría la selección de bloques de competitividad. Es decir, esta reforma restaría atribuciones a las competencias del TEPJF y al INE, y también a los derechos de las mujeres.
Los derechos políticos conquistados por las mujeres, tendría un gran retroceso si para la elección del 2024 se incorporara para su cumplimiento el Plan B, ya que esta reforma también elimina todos los logros de la Reforma en materia de violencia política de género y la Iniciativa 3 de 3 contra la violencia, ya que no se cancelarían las candidaturas a personas sujetas con los preceptos que marca la 3 de 3. Restarle autoridad al TEPJF y al INE es el objetivo del Plan B, es por ello que las mujeres nos hemos pronunciado en defensa de estas instituciones electorales y de la suspensión total de la reforma.
El proyecto de Reforma Constitucional al TEPJF, impulsada por los líderes parlamentarios de MORENA, PT, PVEM, PRI, PAN y PRD, en donde se abstuvo de participar MC, tiene el objetivo explícito de quitar facultades al TEPJF, para que no pueda emitir sentencias y acciones afirmativas en materia de igualdad de género, atentando contra el principio de progresividad de los derechos de las mujeres y grupos vulnerables, así como pretende limitar las facultades sustantivas del Tribunal Electoral sobre la tutela de los partidos políticos y los poderes constitucionales, lo que es una grave violación a la Ley Electoral, y a los derechos de las mujeres.
La Reforma Constitucional al TEPJF, al Igual que el Plan B de la reforma electoral, son dos bombas anticonstitucionales que se encuentran temporalmente suspendidas, una por la SCJN y la otra por la presión política y social de las mujeres. Ambas reformas tienen el mismo fin, debilitar a nuestras instituciones electorales TEPJF y INE, transgredir a la Ley electoral y a la Constitución Política Mexicana, así como infringir y anular los derechos políticos electorales de las mujeres y los grupos minoritarios.
Frenar estas reformas es una consigna y forman parte de la Agenda de género, si bien es cierto que estamos avanzando hacia la consolidación de los derechos progresivos de las mujeres en la agenda legislativa, estas reformas, la Reforma Constitucional al TEPJF y el Plan B, constituyen un retroceso a los logros alcanzados por las mujeres. En congruencia el movimiento feminista y las mujeres nos sumamos a la defensa de las autoridades electorales. Hoy más que nunca luchar por nuestros derechos, es luchar por defender al TEPJF y al INE rumbo al 2024.