Hace unos días, se llevó a cabo en Madrid, el II Foro Empresarial denominado El futuro del hidrógeno verde al que asistieron diversos ejecutivos de empresas como Allen & Overy, AON, Calvera Hydrogen, Enagas, Engie, Exolum, FRV, Naturgy, Nortegas, Redexis, Reganosa, Repsol y Tresca; entre otras.
Durante su intervención, Miguel Ángel Fernández, gerente del Centro Nacional de Hidrógeno, reiteró con cierta preocupación que “siguen existiendo las barreras identificadas hace un año” en el sector sobre todo en el tema de la financiación.
Fernández expuso que su sector tiene dificultad para alcanzar economías de escala a pesar de los Programas Estratégicos Perte y de los estímulos que van obteniendo a cuentagotas.
En el caso de España, su iniciativa privada quiere colocarla al frente de la revolución del hidrógeno verde de toda Europa. Al respecto, Fernández comentó que dentro del paradigma del hidrógeno verde las empresas españolas han sido capaces de atraer la mirada de proyectos a nivel comunitario con 11 proyectos y una novedosa línea de hidrógeno renovable con 92 millones de euros otorgados.
“Hay múltiples iniciativas legislativas. Por ejemplo, ya se considera de interés general la producción de hidrógeno en Extremadura. En Castilla-La Mancha también hay un proyecto de facilidad regulatoria. A nivel europeo, en febrero, aparecieron los delegados que tienen por objetivo cubrir los vacíos legales. Aunque varias cosas se han quedado en el tintero, es mejor una regulación incompleta que la ausencia de la misma”, dijo ante un ávido auditorio.
Un aspecto relevante es la creación del Banco del Hidrógeno en marzo pasado. Su naturaleza pasa por hacer todos los acopios de recursos y fondos posibles para ayudar al despegue del sector del hidrógeno verde.
De las barreras y la regulación se quejó Daniel Fernández, director de estrategia de Engie, que en cierto tono pesimista criticó la falta de impulso por parte de la administración pública.
A su vez, Cayetano Hernández, directivo de FRV, aprovechó la ocasión para reiterar que su empresa lleva casi dos décadas trabajando con las renovables a nivel internacional y ya cuenta con 23 Gigawatts en varias partes de Europa.
Mucho más reflexiva que sus compañeros fue Vanessa Cuellas, socia del área de Energía e Infraestructuras de Allen&Overy, porque reconoció que este sector en auge y expansión “sí está teniendo avances”.
Cuellas solicitó la presencia de más incentivos fiscales dado que consideró la administración pública y las políticas públicas van muy lentas para apoyar a la iniciativa privada en torno al hidrógeno verde.
En este sentido, Emilio Bruquetas, director general de Reganosa, trajo a colación que, en 2019, su empresa acudió al ministerio con un proyecto basado en el electrolizador más grande del mundo instalado en Galicia.
“Era un proyecto de 50 Megawatts para transformar todo el hidrógeno gris en verde, pero fue rechazado. A partir de ahí viajamos por el mundo para conocer la realidad del hidrógeno en otros países y estamos promoviendo dos: uno de hasta 100 megawatts y otro de 200 megawatts. He de decir, por otro lado, que las ayudas están llegando, pero deben ser proyectos maduros. En nuestro caso estamos encontrado un camino medianamente razonable gracias a las administraciones”, apuntó.
A COLACIÓN
De acuerdo con estudio realizado por BNP Paribas firmado por los analistas, Thibaud Clisson y Julien Bouyssou, el hidrógeno verde a partir de fuentes de energía renovables, se ve cada vez más como el santo grial en la transición a una economía neutra en carbono.
Gracias a su amplia gama de aplicaciones, el hidrógeno verde podría reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un tercio en las próximas décadas a un costo razonable, lo que lo convierte en una opción de inversión atractiva.
En la opinión de Clisson y Bouyssou, el hidrógeno será crucial para enfrentar los desafíos ambientales creados por el calentamiento global. En 2021, unos 30 países entregaron una hoja de ruta para 2030 que implicó más de 300 mil millones de dólares en inversión pública y privada en 224 proyectos industriales relacionados con el hidrógeno, más de la mitad en Europa. Solo los gobiernos planean invertir 70 mil millones de dólares en estos proyectos para 2030.