La lección

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De todos los ejercicios electorales se ha aprendido algo diferente, quizá no bueno, quizá no malo. Pero en particular la batalla del Estado de México presenta un tono inusual. El triunfo de Morena hace ver que pueden acceder al poder sin contar con un candidato realmente fuerte.

La supuesta inexistente maquinaria morenista está siendo, históricamente más eficiente que la del PRI en sus abrumadoras tendencias. Hoy el tricolor, y desde que asumió la presidencia Alejandro Moreno, ha caído en una regresión continua. La fractura es profunda e irreversible.

La dirigencia ha fracasado, sin duda alguna. El PAN corre por la misma vía. De la Presidencia del país a la fecha no han sido capaces de consolidar estrategias y menos aún de defender a los suyos: empezando por Fox y Calderón.

El rompimiento interno fue cínico desde que atropellaron a Josefina Vázquez Mota y se fueron alejando de las posturas de personajes como Carlos Castillo Peraza, Salvador Nava, Luis Héctor Álvarez y Clouthier. El PRD fue traicionado y desmantelado. Su fuerza fue disminuida al dejar caer su militancia y permitir que su partido fuera solo plataforma para fortalecer la imagen de AMLO.

Su fórmula contestataria cargada de paros y mítines para afectar al PRI y su cercanía con grupos como el EZLN le restaron músculo. Hoy que deben emprender acciones conjuntas para la naciente estrategia de gobiernos de coalición se enredan en arrogancias torpes y sin sentido.

Precandidatos tienen, pero están perdiendo el tiempo en pactos inútiles con personas inútiles. El Estado de México presenta varias facetas: comparte frontera, desequilibrios, necesidades y conflictos con la capital del país; es el padrón más importante de México; una de las economías más sobresalientes de Latinoamérica y con muy delicados movimientos del crimen organizado.

Por otra parte, era el terreno fértil del priismo más sólido desde Hank González, pasando por Jiménez Cantú y Adolfo López Mateos. Esta vez, en el 2023, fracasaron Alfredo Baranda, Emilio Chuayffet, Cesar Camacho, Eruviel Ávila, Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto.

Los vencieron en su propia casa, se ablandaron, se empequeñecieron y lo más notorio: su pesado silencio. Morena suma 22 Entidades Federativas. El parto 2023 en un solo Estado ha sido doloroso como no fue el cambio de sistema en el 2000. Lo cierto es que ni la alianza ni Morena logran vencer al abstencionismo.

Los contribuyentes del Edomex tuvieron la oportunidad de hacer más participativa la jornada, con mayor entusiasmo, con cambios sustantivos y no fue así. Pero desde la elección de las candidatas pasando por sus “debates” dejaron mucho que desear. El Edomex merecía más. Los retos ahora son múltiples incluyendo la colaboración partidista y no un rompimiento frontal.

En las últimas elecciones los triunfadores, incluyendo a AMLO, no se ganan el beneplácito de la población, por lo menos el 50% o más están en contra o se abstienen de participar. La división social había fluido en gran medida a la apatía. Las traiciones, componendas y negociaciones no ayudan.

La participación del crimen organizado merma la seguridad. Factores hay muchos, análisis más, pero eso ya no ayuda en nada al cambio político/social. El Edomex como campo de experimentación hacia el 2024 no ofrece buenas noticias.  Ya no estamos dando ejemplo ni de solidaridad ni de madurez política.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla