Los escenarios de competidores 2023-2024

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¿Cuántas fuerzas políticas competirán en el Proceso Electoral 2023-2024 para disputar la Presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión?

Lo lógico sería pensar que siete: PAN, PRI, PRD, PT, PVEM, Morena y Movimiento Ciudadano (MC), que son los partidos con registro nacional.

Pero no competirán por separado, sino que se agruparán en dos coaliciones al menos para disputar la Presidencia de la República: La oficialista que prevén continuar Morena, el PT y el PVEM; y la opositora que pretenden el PAN, el PRI y el PRD.

Y si a la opositora se le suma MC, serían solamente dos grandes coaliciones. El electorado solamente tendría dos opciones. Aunque en las cámaras del Congreso de la Unión lleguen legisladores de todos los partidos políticos según siglen las candidaturas en el respectivo convenio de coalición, aparte de las pluris para las cuales no pueden ir coaligados.

Si MC no se suma a la coalición opositora, entonces competirían dos coaliciones y Movimiento Ciudadano y, en consecuencia, habría cierta pulverización del voto, máxime si el partido naranja consigue postular una candidatura presidencial competitiva.

Esos serían los dos escenarios de fuerza políticas competidoras: Una con dos coaliciones: Morena-PT-PVEM y PAN-PRI-PRD-MC; otra con dos coaliciones y un partido político solo: Morena-PT-PVEM y PAN-PRI-PRD, y MC.

A esos dos escenarios habría que añadirle la participación de candidaturas independientes, siendo hasta el momento el exgobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz el aspirante más visible por esta vía.

Ahora, ponganle nombre a la candidatura de las coaliciones, que ya están más que cantadas, al menos por lo que toca a Morena y aliados: Claudia Sheinbaum Pardo pues es evidente la movilización de las estructuras a su favor; ella será salvo que llegue a un nivel de estancamiento en ese sui géneris proceso para la selección de la Coordinación para la Defensa de la Transformación, o que ocurra un milagro interno y las encuestas las gane otra ‘corcholata’ de la “4-T”.

Por el lado de la oposición, al parecer la candidatura no está cantada. Pero Xóchitl Gálvez Ruiz se ha posicionado muy pronto en el ánimo ciudadano y de buena parte de panistas, priistas y perredistas; otra parte, prefiere un cuadro político orgánico

Pero puede ser cualquiera de las otras personas inscritas en ese otro sui géneris proceso de selección interna vía la figura de una Coordinación para la Construcción de un Frente Amplio por México: Silvano Aureoles Conejo, Santiago Creel Miranda, Enrique Octavio de la Madrid Cordero, José Jaime Enriquez Félix, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Ignacio Loyola Vera, Miguel Mancera Espinosa, Beatriz Paredes Rangel, Jorge Luis Preciado Rodríguez, Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, Israel Rivas Bastidas y Sergio I. Torres Bravo.

Cualquiera podría ser, pero no cualquiera representa competitividad.

La verdad, ¿qué hace un Quadri, un Mancera, un Creel en el rejuego presidencial? ¿Será que al menos tengan la simpatía de la ciudadanía de su sección electoral?

En ese caso, al parecer mermarían las posibilidades de que el remilgoso de Movimiento Ciudadano se sume a la alianza opositora, en cuyo caso llevaría candidatura propia y entonces quizá hasta invite a Xóchitl Gálvez. Aunque el partido naranja tiene un cuadro político casi perfecto para jalar voto ciudadano: Luis Donaldo Colosio Riojas.

En fin, mientras se aproxima el inicio del proceso electoral se va armando el rompe cabezas a armar en la justa 2023-2024, para la cual los competidores entraron a la cancha sin esperar el silbatazo del árbitro electoral.

¿Y PARA LOS CARGOS LOCALES? 

Lo ideal sería que los partidos políticos participen igual como irían en la competencia federal: En coalición con los mismos aliados, o en lo individual el que vaya solo.

Porque luego confunden al electorado: En algunos distritos electorales locales no van coaligados, en otros sí, mientras en los federales van asociados. Así, en algunas demarcaciones se aman, y en otras se odian.

Y para variar luego se les ocurre competir mediante candidaturas comunes en algunos distritos y municipios.

Es una embarradera, que ya no se sabe, porque además se le suman los partidos locales, que han proliferado como hormigas.

Ya le pasó una vez al PRI: La ciudadanía cruzó la boleta también por el PVEM, y no iban coaligados, entonces fueron votos nulos.

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