La enorme Ciudad de México enfrenta problemas de enormes magnitudes. La seguridad y el transporte público están en el límite de la tolerancia. Pero hay más, en la gran metrópoli, la capital del país, entre el 1 de enero y el 15 de julio de 2023, en la CDMX, se registraron 32 feminicidios.
Ernestina Godoy al frente de la Fiscalía de la CDMX señala que: “En la gran mayoría, 29 casos, ya tenemos detenidos y judicializados a los probables responsables”, pero eso no resuelve el problema.
Los datos nacen luego del decreto de alerta por violencia contra las mujeres y el primer aniversario de la línea SOS Mujeres *765. Sobrepoblar a los centros penitenciarios no representa ninguna garantía de rehabilitación social o que desde dentro de operen los ilícitos que se cometen afuera. Señalan las autoridades que toda muerte violenta de alguna mujer se investiga bajo el protocolo de feminicidio.
Con la persistente tendencia amlista de culpar al pasado ante la incompetencia del presente el grado de violencia no ha disminuido, por el contrario, incluso Godoy confirmó que se incrementó el número de sentenciados por feminicidio.
Expuso: “Entre 2020 y 2023, aumentamos en 150 por ciento el número de sentencias condenatorias obtenidas por el delito de feminicidio; además, no sólo estamos consiguiendo más sentencias, sino que las penas en años de prisión las hemos aumentado en un promedio del 127 por ciento”.
Debo destacar que, en las líneas de auxilio como SOS Mujeres, se ha recibido en un año 89 mil llamadas; 76 mil 257 que fueron emergencias y no sólo de orientación, porque implicaron el despacho de una unidad de Policía o de una unidad médica o paramédico. Hubo 3 mil 170 casos de riesgo alto.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana señala que desde diciembre de 2019 unas mil 133 se han presentado quejas que derivaron en sanciones a 418 policías; 156 destituidos. Parte importante de los grupos sociales reclaman medias improvisadas y poco eficientes como separar a hombres de mujeres en el transporte público. Organizaciones por derechos humanos consideran que el gobierno tiene buen detectadas las zonas donde se genera más violencia e incluso aéreas como Tepito, La Merced o Santo Domingo en donde hay explotación sexual a las mujeres y mafias extranjeras que se dedican a la prostitución de menores. La cercanía y colindancia con el Estado de México hace más compleja la situación.
El Estado de México ocupa el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, con 21 casos durante el presente año, mientras que, de acuerdo con datos oficiales, hay al menos 8 mil personas desaparecidas. Sumado a los dramáticos casos de feminicidios en la CDMX hay asuntos graves y pendientes que al paso del tiempo hablan claramente de ineficiencia, dos ejemplos: los ataques a Omar García Harfuch y a Ciro Gómez Leyva.
En ambos la indefinición y la impunidad son crecientes. Omar y Ciro salvaron la vida, pero las células crimínales (intelectuales y materiales) continúan en libertad y aparentemente protegidas.
Recordemos, aunque acusen deliberadamente al pasado, que la CDMX ha sido gobernada desde Cuauhtémoc Cárdenas por los mismos políticos de izquierda y que como en el caso de Marcelo Ebrard al frente del gobierno capitalino prometió “cero tolerancia” apoyado por el exalcaldesa de Nueva York Rodolfo Guilliani. Acusar al pasado es dispararse a sí mismo.
No hay que olvidar que los principales responsables de las tragedias en el Metro han sido ellos mismos y por ello Ebrard evita el debate público con el exdirector del Sistema de Transporte Jorge Gaviño Ambriz.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2,izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla
