- Dónde están ahora los que decidieron que ella fuera su candidata
- La señora no da ya para más, sólo para atacar a sus contrincantes
Dónde están los impulsores de Xóchitl Gálvez. Dónde están Santiago Creel Miranda, su coordinador de campaña, el estratega de la candidatura de la hidalguense. Anda de vacaciones. Dónde está Marko Cortés, dónde Alejandro Moreno Cárdenas, dónde el encargado del prd. Dónde están, qué hacen los intelectuales orgánicos. Dónde está, qué hace, aparte de copiar mensajes en la red X en contra de Morena y del presidente López Obrador, el seudo empresario, el junior, Claudio X. González, el insultante Señor X. Por lo visto dejaron ya sola a la seudo indígena hidalguense, quién cada vez se ve más hecha pedazos, sobajada, golpeada por la corrupción de su administración como delegada de la delegación Miguel Hidalgo, de la Casa Roja, de los trapos sucios de su manejo corrupto de los desventurados asuntos de su administración delegacional marcada por la corrupción.
La dejaron sola los panistas, que ahora andan perdidos en busca de una alternativa para sustituirla ya que no da el ancho como candidata opositora. Ahora que la elegida para ser candidata presidencial del Frente Amplio por México se rasque con sus propias uñas y se defienda con furor de sus propias contradicciones: del comprobado plagio del texto gracias al cual, más 30 mil pesos, la UNAM le otorgó el título de ingeniera. Que se defienda sola de las acusaciones de corrupción mientras se desempeñó como delegada e hiso pingües y corruptos negocios con el sector inmobiliario.
La señora Gálvez se quedó solitaria al arbitrio de su desventurada conducta como persona, como política y como funcionaria, haciendo dispendios con su odio contra el presidente López Obrador, con sus mentiras, con su defensa acrítica de la conducta criminal del ex presidente Felipe Calderón, o de las locuras y bufonadas de Vicente Fox, quien ha puesto todo el chicharrón al asador para defender a Gálvez, asegurando que ella va a devolverle todas las prebendas que le quitó el presidente de la república y que pondrá a trabajar a la “bola de huevones”, ancianos que reciben apoyo económico oficial para vivir menos indecorosamente.
Más pronto que tarde, la espléndida candidata presidencial de la derecha, cuya sola presencia en el medio gansteril causó gran entusiasmo entre las cientos de focas periodísticas aplaudidoras, entró en el espasmo de la impopularidad, acompañada de lo peor del mundillo de la resaca opositora, declarándose defensora de lo peor de la derecha. Le pegó fuerte a su ego el descubrimiento del periodismo independiente del plagio de su escrito de perfil preparatoriano que presentó, junto con 30,000 pesos, para obtener el título de ingeniera y seguir con el negocio de los moches y las corruptelas en su corto camino de funcionaria amante de los negocios sucios.
Afortunadamente, los dueños de la oposición aún tienen tiempo para rectificar porque, si la Señora X, es reconfirmada como la candidata, harán un gran ridículo a la hora de contabilizar los sufragios que los votantes depositarán en las urnas el día de las elecciones federales el próximo septiembre, que sin duda serán, en su inmensa mayoría, para la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Por ello, a la oposición le urge que aparezcan los impulsores de la Señora X, que den señales de vida los Corteses, los Morenos, los Creel, y hasta los fantoches que se dicen defensores de derechos humanos y que engañaron a muchos desde los organismos oficiales. Y que, sobre todo, la señora X comience a dar señales de que puede ofrecer algo más que la nada que hasta ahora ha dado ya no a los ciudadanos en general, sino por lo menos a sus simpatizantes del panismo y del priismo. Pero no aparece nadie, ni del PRI, ni del PAN, ni del PRD, ni Germán Martínez, traidor de Morena, ni Emilio Álvarez Icaza, ni ningún panista…