Rumbo a las elecciones del 2024 es todo un acertijo la cohesión de la coalición Morena-PT-PVEM o de cuadros representativos de los tres partidos políticos, sobre todo en las entidades federativas a partir de la selección de candidaturas a senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales, presidencias municipales y alcaldías, según la entidad.
Morena puede controlar a sus cuadros, a sus huestes, aunque siempre habrá algún caso de excepción como Ricardo Mejía Berdeja ex aspirante a la gubernatura de Coahuila, y Marcelo Ebrard quien compitió con Claudia Sheinbaum para la Coordinación Nacional para la Defensa de la Transformación que en los hechos es la candidatura presidencial anticipada.
Pero no puede controlar los cuadros políticos de sus aliados, PT y PVEM. Tampoco puede ordenar a las dirigencias de éstos rechazar desprendimientos morenistas para postularlos como candidatos (as) propios, como fue el caso de Berdeja que compitió bajo la bandera petista aunque al final el partido lo abandonó por una mejor negociación.
Solamente un sólido pacto entre aliados o jugosas negociaciones previas podrían evitar que los partidos aliados ‘cachen’ los desprendimientos de Morena en buena o en mala lid.
Lo anterior viene a colación porque quizá se vean casos como el de Mejía Berdeja o el de Marcelo en el contexto de la definición de las candidaturas a los nueve gobiernos locales (Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco y Yucatán) y demás cargos populares en las entidades federativas, así como a senadurías y diputaciones federales.
Quizá, porque puede ser también que morenistas, petistas y verdes tengan claro que hasta el momento Morena no ha cedido a presiones, al menos así fue en los casos de Mejía Berdeja y Marcelo, aunque respecto a éste último aún hay litigio interno. Y el partido guinda ha corrido el riesgo, incluso de la derrota en la elección de Coahuila.
En el contexto de la selección para las coordinaciones estatales que en realidad se trata de las candidaturas anticipadas a los gobiernos locales, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, ya advirtió: “No vamos a permitir más Mejías Berdeja, más traidores en este movimiento porque terminan beneficiando a la oposición.”
Ciertamente. ¿Pero cómo lo evitará Morena? Máxime cuando un mismo aliado como el PT le juega las contras o cacha los desprendimientos morenistas. Porque una cosa es que el Partido del Trabajo gane la candidatura de la coalición y otra cosa que postule a quienes no resulten beneficiados en las encuestas del partido guinda.
Claro, el PT tiene entera libertad de postular a quien así le convenga. El problema es cuando compite coaligado, aunque también puede romper la coalición.
A ver qué pasa en cuanto a la selección interna de candidaturas a los gobiernos locales en la versión de coordinadores estatales para la defensa de la transformación, cuyo desenlace está en puerta. Luego vendrá la selección para las candidaturas a senadores y diputaciones federales y para los cargos locales.
Es interesante desde el punto de vista de la cohesión de los aliados Morena-PT-PVEM, cuya coalición para las elecciones federales todavía no se formaliza ante el INE, lo mismo que ante los OPL para las elecciones locales.
La dirigencia nacional morenista ha dicho que van por la coalición total, sobre todo para los comicios federales, pero tal vez el tipo de coalición quede sujeta a los resultados de la selección interna, si acaso no la concretan con los ‘amarres’ necesarios.
Aunque al PT no le conviene competir solo. La coalición del 2018 le generó varios cargos populares gracias al efecto AMLO. Pero las condiciones no son las mismas que entonces.
Quizá el ganón de los desprendimientos de Morena sea Movimiento Ciudadano.
PARIDAD
Parece que los partidos políticos no tienen escapatoria para cumplir con la paridad de género en la postulación de candidaturas a los gobiernos locales a renovarse en 2024.
La sentencia SUP-RAP-220/2022 y acumulados es un precedente, que ayer fue analizada en un taller en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Y el secretario de estudio y cuenta de la ponencia de la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso de la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación, Carmelo Maldonado Hernández, explicó la trascendencia de dicho fallo:
“No solo obliga a los partidos políticos a realizar la designación de sus candidaturas para las gubernaturas bajo el principio de paridad sustantiva, sino que además los obliga a modificar sus documentos básicos para el reconocimiento y fortalecimiento de este principio.”
Más claro, ni el agua.